¡Qué partidazo vivimos en la Copa del Rey! En una noche llena de emociones y sobresaltos, el Almería de Rubi se enfrentó a la UD San Sebastián de los Reyes, superando los nervios iniciales y logrando una trabajada victoria por 1-2.
La tensión era palpable desde el inicio, con el Sanse adelantándose sorpresivamente en el minuto 21. Fernando Peralta conectó un cabezazo certero a la salida de un córner, poniendo en ventaja a los locales y reviviendo los fantasmas del pasado para los rojiblancos. Los primeros minutos fueron de dominio absoluto para el Sanse, con una intensidad y motivación que se notaban en cada jugada y en los tres córners que lograron en rápida sucesión.
Pero el Almería no se quedó atrás. Poco a poco, los pupilos de Rubi empezaron a tomar el control del partido, demostrando su superioridad y calidad a pesar de no contar con varios de sus titulares habituales. Fue en un abrir y cerrar de ojos, entre los minutos 38 y 41, que Arnau Puigmal desató la locura con dos golazos que remontaron el marcador. ¡Qué manera de responder del joven jugador!
Con la ventaja en el bolsillo, el Almería mantuvo el dominio en el segundo tiempo, buscando un tercer gol que les diera mayor tranquilidad. Aunque controlaron la posesión y manejaron los tiempos del partido, no estuvieron exentos de algún susto. Bruno Iribarne, en su debut, realizó una intervención crucial para evitar el empate, demostrando su valía bajo los tres palos.
Gonzalo Melero y Nico Melamed, quienes ingresaron en la segunda mitad, tuvieron claras oportunidades para sentenciar el encuentro, pero el marcador no se movió más. Al final, los rojiblancos lograron su objetivo, clasificándose para la segunda ronda y dejando atrás los fantasmas de pasadas ediciones.
¡Una victoria con sabor a gloria y mucha valentía! Así es la Copa del Rey, el torneo de las sorpresas y las emociones intensas. ¡Vamos arriba, Almería!