"La Tertulia" el protgrama de opinión de Interalmeria TV de este pasado martes, abordó la gestión de emergencias en España, centrándose en la reciente convocatoria del presidente Pedro Sánchez para que los ciudadanos salgan a aplaudir a los servidores públicos que trabajan en situaciones de crisis. Este acto ha suscitado una serie de críticas y reflexiones sobre la eficacia del gobierno y la preparación del país ante desastres naturales.
El presentador del programa, Antonio Felipe Rubio recordó la emotiva tradición de aplaudir a los profesionales sanitarios durante la pandemia de COVID-19, un gesto que simbolizaba el reconocimiento a su sacrificio y dedicación. Sin embargo, en el contexto actual, este llamamiento a aplaudir ha sido interpretado por muchos como un intento del gobierno de desviar la atención de su propia falta de acción y preparación ante la crisis. Los participantes en la tertulia, Francisco Amizián, Mar Esteban y el director de Noticias de Almería, Rafael M. Martos, no dudaron en criticar la respuesta del gobierno, argumentando que la situación actual pone de manifiesto una serie de fallos en la administración pública.
Durante la discusión, se abordó la percepción de que muchos ciudadanos han tenido que actuar por su cuenta en momentos de crisis, lo que pone en evidencia la insuficiencia de la cultura de prevención en España. Amizián destacó que, a diferencia de otros países que cuentan con planes de emergencia más robustos, España ha mostrado una falta de preparación que ha costado caro a la población. Este análisis crítico llevó a una reflexión sobre la responsabilidad de los distintos partidos políticos en la gestión de desastres a lo largo de los últimos 21 años.
Un tema candente en la tertulia fue el uso político de la tragedia actual, con acusaciones dirigidas especialmente hacia el PSOE. Los participantes expresaron su indignación ante lo que consideran un intento de algunos partidos de capitalizar el dolor ajeno para obtener rédito político. Este aspecto del debate reflejó una frustración generalizada hacia la manipulación de situaciones críticas por parte de los políticos, lo que ha llevado a un clima de desconfianza en la capacidad del gobierno para gestionar emergencias de manera efectiva.
La conversación se tornó más intensa al abordar la necesidad de una mejor organización y educación de la población frente a situaciones de emergencia. Los panelistas coincidieron en que la falta de preparación y recursos ha dejado a muchos ciudadanos desamparados en momentos críticos. Se mencionó la existencia de una unidad de emergencia nacional que no se activó adecuadamente, lo que generó un sentimiento de frustración entre los ciudadanos de Valencia, quienes se sintieron abandonados por el gobierno ante la adversidad.
Además, se hizo hincapié en un episodio específico: la gestión de la nevada en Madrid durante el temporal Filomena. Los participantes cuestionaron la comunicación del presidente Pedro Sánchez sobre la ayuda disponible ante desastres, diferenciando entre recursos y asistencia real. Esta crítica se extendió a la percepción de que las decisiones en situaciones de emergencia deberían ser tomadas por técnicos capacitados en lugar de políticos, quienes a menudo parecen más preocupados por la imagen que por la eficacia.
El debate concluyó con un llamamiento urgente a la mejora de la organización del gobierno y a la necesidad de una respuesta más ágil y efectiva ante situaciones de crisis. La frustración de los participantes reflejó un sentimiento compartido por muchos ciudadanos que exigen una gestión más responsable y proactiva de las emergencias. En un momento en que la incertidumbre y el riesgo de desastres naturales son cada vez más evidentes, la tertulia dejó claro que la sociedad española necesita un cambio en la forma en que se abordan estas situaciones críticas.