¡Ay, Almería! Esa ciudad que nunca deja de sorprenderme. Este año, la Navidad llegó con una fiesta en el Centro Comercial Torrecárdenas que fue un auténtico bombazo... ¿Saben aquello de que es primavera cuando lo dice El Corte Inglés? Pues cambien "primavera" por "navidad" y "El Corte Inglés" por "CC Torrecárdenas". No sé si fue el espíritu navideño o la promesa de un buen rato, pero lo cierto es que el parking estaba más lleno que un almuerzo familiar en casa de mi abuela. ¡Imposible encontrar aparcamiento! Pero, ¿quién necesita un sitio cuando tienes ganas de fiesta?
La verdad es que me encontraba en Starbucks, disfrutando de un café y observando a la gente pasar (antes me había comprado el Lefties un jersey navideño, de esos de "pasar inadvertida"). De repente, vi a alguien que no podía dejar de mirar: era el DJ Padre Guilherme. Sí, has leído bien, ese cura portugués que pincha música disco y se ha hecho superpopular desde que estuvo en la Fiesta de la Juventud. A mi alrededor había gente que no se creía que fuese sacerdote, y yo les decía, que sí, que sí, que lo es de verdad. Con su alzacuellos, sonrisa picarona y sus gafas oscuras, parecía más un rockstar que un sacerdote. Y ahí estaba él, rodeado de guardaespaldas como si fuera una estrella del pop.
Cuando subió al escenario, la multitud estalló en aplausos. Me encantó ver cómo las imágenes proyectadas detrás de él incluían cruces, imágenes de iglesias góticas, y palomas de la paz mientras sonaba el famoso discurso "I have a dream" de Martin Luther King, y de repente llamaradas, niebla... y un ritmazo impresionante para mover a mayores (que los había) y menores (que los había). Era como si se hubiera creado una atmósfera mágica donde lo sagrado y lo festivo se entrelazaban. En ese momento pensé: “Esto es Almería en su máxima expresión”.
Y no puedo olvidarme de Pepe Céspedes, quien presentó la gala con su característico sentido del humor. Cada broma suya resonaba entre los asistentes como si fuéramos viejos amigos compartiendo risas en una terraza del Paseo Marítimo. Y el mago Yunke… ¡madre mía! Si hay algo que me encanta es ver cómo la magia puede dejarte boquiabierto. Sus trucos eran tan impresionantes que algunos incluso se preguntaban si había invocado a algún santo para lograrlo.
Así que ahí estaba yo, disfrutando del ambiente festivo y sintiendo cómo la Navidad se apoderaba de todos nosotros. Con cada mezcla musical del Padre Guilherme y cada risa provocada por Pepe Céspedes, me di cuenta de que sí, ¡ahora sí que es Navidad! Esos momentos únicos son los que hacen que nuestra ciudad brille aún más durante estas fechas.
Volví a casa con una sonrisa en el rostro (y unos "montaditos" en la barriga, que tendré que "quemar") y muchas anécdotas para contar (y algunas para guardar bajo llave). Así que ya sabes, si te encuentras por el Centro Comercial Torrecárdenas y ves al cura pinchando música disco rodeado de magia y risas, no dudes en quedarte; porque aquí en Almería sabemos celebrar la vida como nadie más. ¡Felices fiestas!