Cuando el pasado jueves, Alejandro Rojas Marcos, el histórico líder del Partido Socialista Andaluz, tuvo a bien participar en la presentación de mi libro "Por Andalucía Libre" en la sede del gobierno andaluz en Almería -evento por el que agradezco también a la delegada del gobierno, Aránzazu Martín su implicación- con su habitual elocuencia, afirmó que el Partido Andalucista ha sido capaz de hacer milagros incluso después de muerto. Un ejemplo claro de esos "milagros" es que el 4 de Diciembre haya sido declarado por el gobierno andaluz como Día de la Bandera de Andalucía. Esta declaración se produce después de que el propio Rojas Marcos se lo pidiera a Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, del Partido Popular, basándose en la importancia de la manifestación del 4 de Diciembre de 1977 en el proceso autonómico andaluz, y que los socialistas al frente del Gobierno andaluz, históricamente despreciaron.
El 4 de diciembre de 1977, los andaluces, antes de la aprobación de la Constitución y de que la bandera verde y blanca fuese reconocida como símbolo oficial, salimos a la calle en una manifestación masiva reclamando una autonomía para Andalucía, convocados por todos los partidos políticos (sí, no solo la izquierda, también la UCD, la Democracia Cristiana y hasta la Alianza Popular del exministro franquista Manuel Fraga) pero inspirada por los movimientos sociales a cuya vanguardia latía un andalucismo que podríamos calificar de "en bruto". Fue mi primera manifestación y en ella solo se lució la enseña verde y blanca (motivo por el que AP se descolgó a última hora). Hoy, el Día de Andalucía es el 28 de Febrero, una decisión personal y exclusiva del entonces presidente Rafael Escuredo, que dejó fuera de juego la decisión previa y consensuada de los parlamentarios andaluces, y tras varios años de exitosa respuesta popular andaluza.
Conviene recordar que, además de la histórica manifestación del 4 de Diciembre de 1977, fue también un 4 de diciembre del año siguiente cuando se firmó el Pacto General por la Autonomía, conocido como Pacto de Antequera. Este pacto fue suscrito por el PSOE de Andalucía, la UCD, el PCE, el PTA, Alianza Popular, el PSA, Democracia Cristiana de Andalucía, Izquierda Democrática y otras formaciones de izquierda.
El 4 de diciembre de 1979, más de medio millón de andaluces volvieron a las calles en otra manifestación por la autonomía. En 1980, también un 4 de diciembre, se constituyó oficialmente en Carmona la comisión que redactaría el anteproyecto de estatuto de la autonomía.
Como puede observarse, el 4D tiene todos los elementos históricos que le avalen como Día de Andalucía.
El 2 de octubre de 1978, tras el primer 4 de diciembre y dos meses antes de la segunda celebración, el comité ejecutivo del PSA presentó un escrito ante la Junta de Andalucía, entonces un ente preautonómico, solicitando que se declarase el 4 de diciembre como Día Nacional de Andalucía. Sin embargo, el PSOE y el resto de la izquierda, mayoritarios en la asamblea, ignoraron la petición, manteniendo el 4 de diciembre simplemente como Día de Andalucía hasta que Escuredo lo cambió unilateralmente al 28 de Febrero.
Por tanto, resulta llamativo que el PSOE defienda ahora el 4 de diciembre cuando, históricamente, lo ha menospreciado siempre que ha tenido la oportunidad, y que hasta el "milagro" referido por Rojas-Marcos, el PP andaluz que remanece de la UCD andaluza (AP era extraparlamentaria en Andalucía), se sintiera ajeno a algo en lo que tuvo... en lo bueno y en lo malo... la misma implicación inicial que los socialistas.