En un fallo reciente, el Tribunal Supremo ha confirmado la condena impuesta a un hombre por la Audiencia Provincial de Almería, ratificando las penas de prisión por delitos de acoso, amenazas continuadas en el ámbito de la violencia de género y agresión sexual. Esta resolución, fechada el 14 de noviembre de 2024, responde al recurso de casación presentado por la defensa del condenado, alegando infracción de ley y vulneración de preceptos constitucionales.
El caso se inició en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Almería, que abrió el procedimiento por presuntos delitos de acoso, amenazas continuadas y agresión sexual contra el ahora condenado. Según los hechos probados, el acusado mantuvo una relación sentimental con Jacinta durante tres meses. Tras la negativa de la mujer a continuar la relación y su mudanza temporal a Palencia, el hombre la acosó insistentemente con llamadas y mensajes, incluyendo amenazas de muerte y de difusión de fotos íntimas.
El 23 de febrero de 2021, el sujeto se presentó en el domicilio de la mujer en Almería y, tras acceder al interior por la fuerza, la agredió sexualmente. La policía, alertada por un mensaje de la mujer a una amiga, llegó al lugar y arrestó al acusado, quien se escondía debajo de la cama.
La Audiencia Provincial de Almería condenó a Saturnino a 1 año y 3 meses de prisión por acoso, 1 año por amenazas continuadas y 9 años y 6 meses por agresión sexual, además de diversas penas accesorias, incluyendo la prohibición de acercarse a la mujer y comunicarse con ella. En apelación, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía confirmó la sentencia inicial.
La defensa del condenado presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, argumentando la infracción de derechos constitucionales, específicamente el derecho a la presunción de inocencia y la tutela judicial efectiva, y alegando errores en la valoración de la prueba. Sin embargo, el Tribunal Supremo desestimó estos argumentos, subrayando la consistencia y veracidad del testimonio de la víctima, corroborado por otros elementos probatorios como mensajes de alerta enviados a una amiga y la conducta del acusado en el momento de la detención.
En su análisis, el Tribunal Supremo destacó que el testimonio de Jacinta fue considerado convincente y veraz, y que no se presentaron pruebas que sugirieran un propósito espurio. Además, se valoraron los testimonios de testigos y agentes de policía, así como un informe pericial que evidenciaba síntomas de ansiedad y depresión en la víctima, compatibles con los hechos denunciados.
El Tribunal también señaló que, aunque el informe pericial no atribuye exclusivamente los síntomas de Jacinta a los hechos enjuiciados, esto no contradice los hechos probados ni invalida la prueba testimonial.
Con esta sentencia, el Tribunal Supremo ratifica las condenas y penas impuestas a Saturnino, cerrando un proceso judicial que ha pasado por varias instancias y confirmando la robustez de las pruebas y la integridad del proceso judicial.
La resolución no admite recurso, poniendo fin a las aspiraciones de la defensa del hombre de revertir las condenas impuestas.