La litigiosidad en las jurisdicciones Civil y Social continúa un trimestre más con su tendencia al alza en Andalucía, según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Pese a que en su conjunto, los órganos judiciales de la Comunidad Autónoma de Andalucía, Ceuta y Melilla registraron durante el tercer trimestre un 1,5% menos de ingresos de asuntos, las jurisdicciones civil, con un aumento del 12,7%, y la social, con un 6,8% más, continuaron con la tónica de un incremento sostenido durante todo 2024.
En términos absolutos, los asuntos de nuevo ingreso registrados por los órganos judiciales andaluces fueron 317.174, lo que supone un 1,5% menos que en el mismo periodo del año anterior. El tercer trimestre de 2024 también ha arrojado una disminución del 2,1% de los asuntos resueltos, que totalizaron 277.298, y un incremento del 12,6% en los que quedaron en trámite al final del periodo, alcanzando los 841.443.
En Almería, la situación refleja en gran medida las tendencias andaluzas, pero con matices propios que muestran la carga y el rendimiento de los órganos judiciales de la provincia.
En la jurisdicción civil, los juzgados de Primera Instancia presentan una tasa de congestión del 6,53%, muy por encima del promedio autonómico. Este dato se desglosa en una tasa de resolución de 4,99, lo que indica una sobrecarga significativa con casi cinco nuevos casos por cada caso resuelto. Los juzgados de lo Mercantil no están mucho mejor, con una tasa de congestión del 4,64 y una tasa de resolución de 3,63.
Los juzgados de Violencia contra la Mujer en Almería tienen una tasa de congestión del 5,76, reflejando una carga de trabajo considerablemente alta. La tasa de resolución en estos juzgados es de 4,76, mostrando que la capacidad resolutiva es insuficiente para el volumen de ingresos. En los juzgados de Familia, la tasa de congestión es del 3,41, con una tasa de resolución de 2,57.
En la jurisdicción penal, los juzgados de Instrucción tienen una tasa de congestión del 2,05, y una tasa de resolución de 1,06. Esta última cifra indica que por cada caso resuelto, hay poco más de un nuevo caso ingresado, lo que sugiere una cierta estabilidad pero con margen de mejora. Los juzgados de Primera Instancia e Instrucción tienen una tasa de congestión del 2,71, con una tasa de resolución de 1,72.
Los juzgados de Violencia contra la Mujer en el ámbito penal tienen una tasa de congestión del 1,79 y una tasa de resolución de 0,79, lo que señala una alta carga de trabajo y una capacidad resolutiva que no cubre el volumen de ingresos. Por otro lado, los juzgados de Menores presentan una tasa de congestión del 5,93 y una tasa de resolución de 4,93, lo cual indica un importante rezago en la resolución de casos.
En la jurisdicción social, los juzgados de lo Social presentan una tasa de congestión del 6,65, una de las más altas en la provincia, con una tasa de resolución de 5,64. Este dato es particularmente relevante dado el incremento del 6,8% en la litigiosidad social en Andalucía, indicando que los juzgados de lo Social en Almería están bajo una presión creciente.
Comparando estos datos con el contexto andaluz, podemos observar que la situación en Almería refleja la tendencia general de Andalucía en cuanto a la creciente carga de trabajo en las jurisdicciones civil y social. La tasa de congestión en Almería para las jurisdicciones civil y social es un reflejo micro de las tendencias autonómicas, donde la capacidad resolutiva no ha logrado mantenerse al ritmo del aumento en la litigiosidad.
En Andalucía, los datos del tercer trimestre de 2024 indican una tasa de congestión y resolución similares a las observadas en Almería, con un incremento del 12,7% en la jurisdicción civil y del 6,8% en la social. Estos incrementos han generado una presión adicional sobre los órganos judiciales, resultando en un incremento del 12,6% en los asuntos pendientes a final de periodo.
Los órganos judiciales de la provincia, especialmente en las jurisdicciones civil y social, muestran tasas de congestión elevadas que son indicativas de una situación que requiere atención urgente y medidas efectivas para mejorar la eficiencia y capacidad resolutiva.