La okupación de viviendas en Almería ha dejado de ser un fenómeno marginal y se ha convertido en un tema candente en el debate público. Recientemente, el Congreso de los Diputados aprobó juicios exprés para algunas okupaciones a través de la Ley de Eficiencia del Servicio Público de Justicia. Esta nueva normativa permite que los delitos de allanamiento de morada y usurpación de vivienda sean tramitados bajo juicios rápidos, con un plazo estimado de 15 días. Sin embargo, las inquiokupaciones, que no están reflejadas en las cifras oficiales, han sido objeto de preocupación entre expertos.
Este artículo examina los plazos de desalojo, las cifras relacionadas, el contexto jurídico y las propuestas para abordar la problemática de la okupación en España, con especial énfasis en Almería.
La nueva normativa destaca por la agilización de los juicios para casos de okupación ilegal. Esto permite que los delitos relacionados se tramiten por procedimientos rápidos, facilitando su resolución en un plazo estimado de 15 días.
Con la modificación del artículo 795 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, los casos de ocupación ilegal se suman a otros delitos menos graves que pueden ser procesados rápidamente. Aunque algunos sectores celebran esta medida como un avance significativo en la lucha contra la okupación, hay reservas importantes. No se incluyen los casos donde el inquilino deja de pagar la renta deliberadamente, lo que genera preocupación entre propietarios.
El tiempo promedio que deben esperar los propietarios para desalojar a un okupa ha alcanzado cifras alarmantes, superando actualmente los dos años. Este retraso se debe a varios factores:
Aparte del prolongado plazo, las cifras del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) indican un aumento significativo en las demandas por okupación. Solo en el tercer trimestre del año se registraron 580 nuevos casos, lo que representa un incremento del 55% respecto al verano anterior.
A pesar de que las estadísticas del Ministerio del Interior muestran una caída en las denuncias por okupaciones, expertos advierten que estos datos no reflejan la realidad completa. Muchas ocupaciones no son contabilizadas adecuadamente porque no se consideran delitos según las definiciones actuales.
Además, cada vez más particulares y empresas buscan vías alternativas para recuperar sus propiedades, optando por negociaciones directas o contratando empresas especializadas en desalojos para evitar procesos judiciales prolongados.
Diversas iniciativas han surgido para ofrecer soluciones tanto a propietarios como a okupas:
La situación actual requiere atención urgente y medidas efectivas que protejan tanto los derechos de los propietarios como el acceso a una vivienda digna para quienes se ven obligados a ocupar.