Un matrimonio de Almería ha conseguido liberarse de una carga financiera que ascendía a casi 500.000 euros, permitiéndoles mantener su vivienda familiar, gracias a la aplicación de la Ley de la Segunda Oportunidad. Este caso resalta cómo esta legislación puede ofrecer un nuevo comienzo a familias que se han visto ahogadas por las consecuencias económicas derivadas de la pandemia del COVID-19.
La pareja, que había intentado mantener su negocio a flote, se enfrentó a una drástica disminución de ingresos debido al Estado de Alarma y las restricciones impuestas para frenar la propagación del virus. A pesar de sus esfuerzos por priorizar el pago de su hipoteca y evitar así riesgos sobre su hogar, comenzaron a recibir amenazas y demandas por parte de proveedores debido a los impagos.
La situación no solo afectó su economía, sino que también tuvo repercusiones en su salud emocional. Ante esta crisis, decidieron buscar ayuda profesional y contactaron con la Asociación de Ayuda al Endeudamiento. Fue allí donde les recomendaron acogerse a un proceso judicial que les permitiría liberarse definitivamente de sus deudas: la Ley de la Segunda Oportunidad.
“El mayor miedo para este matrimonio era perder su vivienda, ya que viven con sus hijos y no podían permitirse quedarse en la calle”, explica el letrado Pepe Domínguez. Desde el inicio del proceso, se les aseguró que si mantenían al día los pagos de la hipoteca, no perderían su hogar durante el concurso.
El proceso judicial comenzó con una solicitud ante el Juzgado de lo Mercantil N.º 2 de Almería para abrir una fase donde se evaluaría el patrimonio del matrimonio y se determinaría si era posible liquidar algunos activos para saldar las deudas. Sin embargo, el juzgado consideró que la vivienda debía ser protegida durante el concurso.
Con un plan de pagos establecido que consistía en 60 cuotas mensuales de 111 euros entre ambos cónyuges, lograron cumplir con los requisitos necesarios para solicitar el perdón del resto de sus obligaciones financieras. Este paso fue crucial y requirió demostrar que no podían hacer frente a los pagos y carecían de antecedentes penales.
Finalmente, el pasado 2 de septiembre, el juzgado dictó sentencia concediendo la Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI), lo que significó que quedaron libres de una deuda total de 471.221,73 euros.
Este caso es un claro ejemplo del impacto positivo que puede tener la Ley de la Segunda Oportunidad en familias afectadas por situaciones adversas como las provocadas por la pandemia, ofreciendo una nueva oportunidad para comenzar sin cargas económicas abrumadoras.