Esta revisión al alza refleja un cambio significativo respecto a las previsiones anteriores, que situaban el crecimiento español en torno al 2,4% para 2024. Según el informe del FMI, este incremento se debe a varias factores clave:
Fortaleza del Consumo Interno: El consumo privado ha mostrado una resistencia inesperada, impulsado por una disminución gradual de la inflación y por medidas gubernamentales que han protegido el poder adquisitivo de las familias españolas. La recuperación del mercado laboral, con tasas de desempleo que han bajado notablemente, también ha jugado un papel crucial.
Sector Turístico: El turismo, uno de los pilares económicos de España, ha experimentado un rebote significativo post-pandemia, superando incluso las expectativas de 2023. La afluencia de turistas internacionales ha aumentado, lo que ha tenido un efecto positivo directo en sectores relacionados como la hostelería y el comercio.
Inversiones Públicas y Fondos Europeos: Las inversiones públicas, junto con los fondos procedentes del Plan de Recuperación Europeo, han permitido no solo la reactivación económica sino también la modernización de infraestructuras y la digitalización de empresas, lo que ha estimulado la productividad.
Política Monetaria y Fiscal: La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que ha mantenido tipos de interés bajos, ha facilitado el acceso al crédito tanto para individuos como para empresas. Además, el Gobierno español ha implementado una política fiscal prudente, evitando desequilibrios mayores en el déficit público.
El FMI señala que esta mejora en las previsiones españolas contrasta con la tendencia general en Europa, donde la mayoría de las economías avanzadas han visto como sus proyecciones de crecimiento se reducen debido a la incertidumbre geopolítica, la inflación persistente y las tensiones en los mercados financieros.
Sin embargo, este optimismo económico no está exento de retos. El FMI también advierte sobre la necesidad de mantener el impulso reformista y de continuar con políticas que aseguren una recuperación sostenible. Entre los desafíos se encuentran la necesidad de reducir la deuda pública, mejorar la competitividad y abordar las desigualdades sociales y regionales.
Desde el Gobierno de España, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha celebrado estas cifras, destacando la resiliencia de la economía española y la efectividad de las políticas implementadas. "Estas proyecciones del FMI avalan el trabajo realizado y nos animan a seguir en la misma dirección", afirmó Cuerpo.
Por su parte, los analistas económicos nacionales e internacionales han mostrado una mezcla de optimismo cauteloso. Mientras que algunos destacan la capacidad de España para salir fortalecida de la crisis, otros subrayan la importancia de no bajar la guardia ante posibles shocks externos, como la volatilidad en los precios de las materias primas o nuevas olas de inflación.