Carmen Crespo, número dos del Partido Popular en la candidatura al Parlamento Europeo y conocida por su labor en el ámbito agrícola y de desarrollo rural, ha lanzado una potente petición para combatir la creciente desertificación en España e impulsar el uso eficiente del agua. En una serie de publicaciones en X, Crespo ha destacado el "milagro" de Almería como un ejemplo de gestión sostenible del recurso hídrico, reclamando urgentes inversiones a nivel europeo y nacional.
Crespo, quien ha sido consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía y ahora eurodiputada, subraya la necesidad de medidas inmediatas por parte de la Unión Europea para detener el avance de la desertificación. Según su mensaje en X, el milagro almeriense se caracteriza por una reducción del 20% en la huella hídrica, lo que posiciona a la región como un modelo a seguir en la gestión del agua. Este logro se atribuye a prácticas innovadoras en la agricultura, que han permitido a Almería ser una de las áreas más productivas de Europa en términos agrícolas, a pesar de su clima árido.
La petición de Crespo no solo se dirige a la Unión Europea, sino también al Gobierno de España, al cual insta a utilizar los fondos de Next Generation EU para infraestructuras hídricas. La desertificación, un problema que afecta a un 80% del territorio almeriense según investigaciones recientes, no es un fenómeno nuevo, pero su agravamiento debido al cambio climático requiere intervenciones decisivas. La gestión de los recursos hídricos y la implementación de políticas de sostenibilidad son cruciales para mantener la productividad agrícola de la región y para prevenir la degradación del suelo.
En su comunicado, Crespo remarca la urgencia de "fuertes inversiones en obra hídrica", lo que podría incluir la construcción o mejora de infraestructuras como presas, sistemas de riego más eficientes, y tecnologías de desalinización. Estas inversiones no solo apuntan a mitigar los efectos de la sequía y la desertificación sino también a garantizar la soberanía alimentaria de la región y de Europa en su conjunto.
El contexto de esta demanda se sitúa en un momento en el que Almería, junto con otras áreas del sur de España, enfrenta retos significativos debido a la sequía prolongada y a la escasez de agua, problemas que han sido recurrentes en los últimos años. La provincia ha sido pionera en la agricultura bajo plástico, una técnica que ha permitido el cultivo en condiciones ambientales adversas, pero que también requiere de una gestión responsable del agua para ser sostenible a largo plazo.
Carmen Crespo, con una larga trayectoria política en Andalucía y ahora en el ámbito europeo, sigue siendo una figura influyente en el debate sobre la agricultura y el desarrollo rural. Su enfoque en la desertificación y la gestión del agua refleja tanto su experiencia en el campo como su compromiso con las políticas ambientales y económicas que afectan directamente a su región de origen.
La reacción a estas demandas aún está por verse, pero con la creciente preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad, la voz de Crespo podría empujar a políticos y legisladores a tomar acciones concretas en este frente crítico.