La falta de personal médico en el Instituto Social de la Marina (ISM) sigue lastrando a los marineros de Almería, a pesar de que el organismo aseguró hace más de un año que el problema estaba a punto de resolverse. Esta situación ha generado retrasos significativos en los reconocimientos médicos que los trabajadores del mar necesitan para enrolarse en sus embarcaciones, poniendo en riesgo la operatividad de la flota pesquera y la seguridad de los tripulantes.
Ante esta crisis, el Grupo Parlamentario Popular ha presentado una Proposición no de Ley en el Congreso para exigir al Gobierno medidas urgentes que solucionen la escasez de médicos en el ISM. La iniciativa, que se debatirá en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, busca agilizar la contratación de personal facultativo, dotar al organismo de los recursos necesarios y establecer un plan de contingencia que garantice la atención sanitaria de los marineros mientras se cubren las vacantes.
El problema no es exclusivo de Almería. En Galicia, marineros de Muros y Noia se ven obligados a desplazarse cientos de kilómetros para realizar sus reconocimientos médicos, mientras que en Baleares algunos trabajadores podrían acabar viajando a la península para acceder a este servicio. Sin embargo, en Almería el retraso es especialmente preocupante, ya que la falta de personal persiste desde hace tiempo sin que las promesas de solución se hayan materializado.
El ISM, dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, tiene la responsabilidad de garantizar la atención sanitaria a los trabajadores del sector marítimo-pesquero. Sus médicos no solo realizan los reconocimientos médicos previos al embarque, sino que también supervisan las condiciones higiénico-sanitarias de las embarcaciones, revisan los botiquines a bordo y prestan asistencia sanitaria en el mar. Sin suficiente personal, todos estos servicios se ven afectados.
La falta de estos reconocimientos médicos no solo deja en tierra a los marineros, sino que, en caso de afectar a patrones de pesca o jefes de máquinas, impide que las embarcaciones puedan salir a faenar, lo que supone un grave perjuicio económico para el sector.
Mientras el Ministerio anuncia procesos selectivos y concursos de traslados para paliar el déficit de facultativos, la realidad en Almería sigue siendo la misma: sin médico, sin soluciones y con un sector pesquero que no puede esperar más.