Uno comprende los cambios de humor, los climáticos, los de mi mujer, y si nos ponemos a rebuscar hasta los de los políticos, pobretes míos. Pero lo de los cambios de los vuelos desde el aeropuerto de Almería, por mi madre, que en gloria esté y nos espere muchos años a sus hijos, que no los entiendo. Hoy te cuenta la prensa que se suspende los vuelos con París, Bilbao y el primero de la mañana a los madriles. No han pasado unas horas cuando no sé qué empresa te dice que no, que el matutino con Madrid volverá, es el de los currantes políticos, aunque no lo parezca, madrugan de vez en cuando.
Se levanta uno una mañana, la parienta y me dice que la lleve a París, que anda loquita por subirse a la torre del francés ese. Me costó trabajo, no crean, decirle a la mujer que no puede ser, que se han anulado los vuelos desde nuestro aeropuerto con el de París. Y que no estamos en Irún como para ir en el rápido.
–Chiquillo, ahora que te había convencido para que me llevaras.
–Ya ves tú, y yo que iba a en busca de Silvia para que nos comprara los billetitos y nos reservara hotel en la Francia esa.
–Pues tú mí me sacas de vacaciones el puente de Andalucía, móntatelo como quieras.
Le gusta el bacalao a la vizcaína, por lo que me apunta un viaje a Bilbao. Hija, no aciertas una. Ese vuelo también lo han cancelado, pero no sufras, que lo mismo que vuelve el de los golfos, el de los enamorados lo pueden anunciar un día de estos, al igual que ese vuelo en el que piensan los de las cocochas o el bacalao al pil-pil.
Lo cierto, por mi madre y la de todos los almerienses, con vida, o esperando que el cambio climático nos lleve un día de estos a su lado, que, lo de los aviones, los vuelos y el aeropuerto almeriense es de puto cachondeo. Y no es broma. Parece que en los vuelos de y con Almería mandan los políticos de la Junta, Moreno y Ramón, tres días a la semana, otros tres el Puente y cía desde los madriles, con el timonel mayor: Pedro Sánchez, y dejan el séptimo para que mande en él, el ayuntamiento, con nuestra Mar Agüero de alcaldesa.
Y a esto desde la Diputación contando que se abren vuelos con el norte de Europa, con China, no meta bulos, con China no, entonces con La Habana, eso quisieran algunos, con Cuba tampoco. Conozco a un caballero almeriense que estando en Cuba se bebió hace años una botella de vino de Rioja, pagó 150 euros por ella. Contaban las lenguas de doble filo, normalmente son las que dicen la verdad, que el dinero que pagó aquel vino no era de nadie. Anda mira, si eso es lo que cantan los políticos cuando usan el dinero de los impuestos para sus caprichos. Javier, presidente, ¿y algún vuelo con alguna isla caribeña? Dublín ya lo conoce mi señora. Tangas, caipiriñas y pelillos a la mar. Los demás ya ves como nos dejan, tirados. Eres el único que puede hacer que viaje mi María al fin del mundo.