La Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) deslumbró al público en su más reciente concierto, que tuvo lugar en el Auditorio Municipal Maestro Padilla. Bajo la dirección de Michael Thomas, la orquesta presentó un programa titulado ‘Oh là là’, centrado en compositores franceses contemporáneos y con la participación del saxofonista Manu Brazo como solista, así como de Diego Cruz, quien se unió para el bis final.
Este evento no solo fue una muestra del talento musical, sino que también sirvió como homenaje al 60 aniversario de la Asociación Aspapros, una entidad dedicada a apoyar a personas con discapacidad intelectual. La presidenta y vicepresidenta de la asociación, Mercedes Cuevas y Rosa Moreno, dieron la bienvenida a los asistentes, destacando la importante labor que realiza Aspapros en Almería y agradeciendo a la OCAL por su colaboración.
El concierto comenzó con la ‘Obertura Mozart’ de Reynaldo Hahn, una pieza que combina el neoclasicismo con un matiz moderno. A esta le siguió el ‘Aria para saxofón alto’ de Eugène Bozza, que, bajo los arreglos de Thomas, permitió a Manu Brazo mostrar su virtuosismo, sumergiendo al público en un ambiente lírico y sereno.
A medida que avanzaba el programa, se interpretó la ‘Suite para saxofón y orquesta Op. 165 Scaramouche’ de Darius Milhaud, que aportó un aire festivo e inspiraciones jazzísticas. Posteriormente, sonó ‘A Chloris’, otra obra de Hahn, transcrita para saxofón y dotada de una atmósfera melancólica. La ‘Pavana para una infanta difunta’ de Maurice Ravel continuó con un tono nostálgico y poético.
La parte dramática del concierto llegó con la ‘Fantasía brillante sur airs de Carmen’ de François Borne, que evocó los pasajes más intensos de la célebre ópera de Bizet. El programa concluyó con la ‘Suite francesa Op. 248’ de Milhaud, llena de danzas populares francesas que reflejan diversidad y frescura.
Como broche final, se interpretó ‘She’, una canción popularizada por Charles Aznavour. En esta ocasión, Manu Brazo volvió a brillar junto a Diego Cruz, quienes ofrecieron una interpretación conmovedora que conectó el repertorio clásico con un lenguaje moderno y accesible. Este cierre dejó al público con una sensación de calidez y romanticismo, culminando así una exitosa velada musical.