La Asociación Salvemos Mojácar y el Levante Almeriense ha manifestado su desconfianza ante el reciente anuncio del Gobierno sobre la expropiación y demolición inminente del hotel Algarrobico, ubicado en Carboneras. En un comunicado, la entidad subraya que si Azata o el Ayuntamiento deciden recurrir esta decisión, el proceso podría extenderse durante muchos años.
Desde su creación, la asociación ha liderado la lucha contra este hotel, logrando paralizar su construcción en los tribunales desde 2006. Sin embargo, ahora se muestran escépticos respecto a las acciones anunciadas por el Ejecutivo. "No vemos que se estén tomando medidas creíbles para evitar un bloqueo en los tribunales", afirman, sugiriendo que sería necesario contar con un perito tasador aceptado por todas las partes involucradas.
Salvemos Mojácar recuerda que ya en 2009, bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se archivó un expediente de expropiación que había sido iniciado por la ministra Cristina Narbona en 2007. Además, advierten que solo se podría demoler una parte menor del hotel, ya que cualquier acción adicional dependería de la Junta de Andalucía, con la cual no existe acuerdo alguno y que se opone al procedimiento.
Ante esta situación, la asociación considera que todo apunta a ser una estrategia electoral más que una solución real al problema. "Estamos vigilantes y denunciaremos cualquier atisbo de actuación negligente por parte del ejecutivo", añaden, mostrando su firme postura contra lo que consideran anuncios engañosos.
Asimismo, critican las actuaciones de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Carboneras, quienes han estado promoviendo el desarrollo del hotel durante dos décadas. La asociación también señala la preocupación por la corrupción sistémica dentro de las administraciones públicas y su conexión con jueces y empresas.
Por otro lado, enfatizan que existen miles de casos similares al Algarrobico sin denunciar en toda la costa española. "Lo excepcional no es que este caso esté tardando; es haber logrado detenerlo gracias a nuestra lucha desde 2005", afirman. Critican además el intento de resucitar la burbuja inmobiliaria como una actividad destructiva tanto socialmente como para el medio ambiente.
Desde Salvemos Mojácar exigen una moratoria total sobre nuevas construcciones y actividades turísticas en la región. Solicitan un freno absoluto a la especulación inmobiliaria y un plan para habilitar las millones de viviendas vacías en manos de fondos internacionales para destinarlas a vivienda social.