Dentro de una semana conmemoramos el 8M, Día Internacional de la Mujer, una jornada que nos recuerda la lucha constante por los derechos de las mujeres y nos debe hacer reflexionar por lo andado, pero, sobre todo, por lo que aún queda por recorrer para conseguir una igualdad real.
A lo largo de la historia, hemos luchado por nuestros derechos, desde el derecho al voto hasta la igualdad en el trabajo y la educación. Cada avance es un testimonio de la resiliencia y la determinación de muchas mujeres valientes y conmemorar este día nos permite visibilizar las luchas históricas y actuales de las mujeres y también desafiar las normas y estereotipos de género que aún persisten. Es un momento para reivindicar y sensibilizarnos sobre la violencia de género, la brecha salarial o la representación equitativa en todos los ámbitos.
El Ayuntamiento celebra esta significativa fecha con una quincena de actividades, tomando como lema ‘Fuertes como Concha Robles’, en recuerdo a la actriz almeriense asesinada por su ex marido, el 21 de enero de 1922, poco antes de salir a escena en el Teatro Cervantes y cuyo crimen provocó la necesidad de reflexionar acerca de la violencia como problema social.
Un programa (mujeralmeria.es) que incluye jornadas educativas, charlas y coloquios, ponencias, la Carrera de la Mujer..., además del acto institucional que el día 7 de marzo distinguirá a ocho mujeres ejemplares: Inmaculada Piquer (Trayectoria Profesional), Ana Soriano (Solidaridad), Rosa María García (Deporte), Sheila Hernández (Comunicación y Difusión), Gracia Castro de Luna (Investigación), Gabriela Roldán (Cultura y Educación), Ana María Molina (Emprendimiento) y María Montagud (Lucha por la Igualdad).
Lo celebraremos en el Salón Noble de las Casas Consistoriales, presidido por la alcaldesa, María del Mar Vázquez, y el mismo incluirá la lectura de la Declaración Institucional con motivo del 8M. Reivindiquemos que mujeres y hombres somos iguales en derechos y libertades, pero que mientras no haya una igualdad real no habrá una democracia plena ni una sociedad madura.