Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, hizo este martes un llamamiento a la cooperación institucional para combatir la crisis de vivienda, durante la entrega de llaves de una promoción de 64 hogares en alquiler social en Costacabana (Almería). Con un coste mensual inferior a 400 euros durante medio siglo —incluyendo garaje y trastero—, el proyecto simboliza, según Moreno, la necesidad de "soluciones ambiciosas" ante un problema que "desborda a ayuntamientos, comunidades autónomas e incluso al Estado".
La iniciativa, gestada durante más de cinco años y con una inversión de 9 millones de euros, fue posible gracias a la suma de esfuerzos: el Ayuntamiento de Almería aportó 5 millones, la Junta 3,7 millones y el Estado contribuyó con 2 millones procedentes de los fondos europeos Next Generation. "Este es el camino: administraciones unidas ante desafíos complejos", subrayó Moreno, quien advirtió de que la escasez de vivienda asequible es especialmente crítica en el litoral, donde la presión turística y la especulación con el suelo disparan los precios.
El mandatario andaluz apuntó al corazón del problema: la falta de suelo accesible y una burocracia que "ahoga" los proyectos. "No se pueden construir casas sin terreno, y el suelo en zonas costeras es prohibitivo por la presión urbanística y los trámites eternos", denunció. Según sus cifras, Andalucía necesita entre 70.000 y 80.000 viviendas anuales para cubrir la demanda, pero apenas se construyen 10.000. La consecuencia, dijo, es una generación de jóvenes "atrapada" sin opciones para emanciparse.
Para revertir esta dinámica, Moreno anunció un plan de choque que incluye la construcción de 20.000 viviendas protegidas en cinco años —el mayor esfuerzo en la historia de la comunidad— y medidas para agilizar licencias y reclasificar suelos. "Permitiremos a los ayuntamientos destinar terrenos previstos para gimnasios, equipamientos turísticos o piscinas a uso residencial, salvo en casos de interés sanitario", explicó. Además, su Gobierno ha rebajado impuestos vinculados a la vivienda en 460 millones de euros, un alivio que alcanza a 250.000 familias.
Moreno también se refirió a las lecciones aprendidas por la inestabilidad internacional, que dispararon el precio de materiales y paralizaron obras. "Hemos modificado contratos para actualizar costes y evitar que las empresas quiebren a mitad de proyecto. Aquí no ha ocurrido —dijo, señalando las viviendas de Costacabana—, pero es una reforma necesaria para no dejar familias en la incertidumbre".
El acto concluyó con un mensaje de esperanza para los beneficiarios —"hoy recibís más que una llave: dignidad"— y una advertencia a las instituciones: "Sin colaboración, no hay solución. Este barrio es la prueba de que cuando hay voluntad, incluso en tiempos difíciles, se pueden cambiar vidas". La promoción de Costacabana se enmarca en un contexto donde el 34% de los jóvenes andaluces, según el Consejo de la Juventud, vive en riesgo de exclusión residencial, una cifra que el Gobierno autonómico promete reducir con más suelo público y menos trámites.