La provincia de Almería enfrenta su octavo día consecutivo de condiciones meteorológicas extremas, con cielos encapotados y precipitaciones recurrentes que no dan tregua. La borrasca Jana, instalada sobre la Península Ibérica, mantiene en vilo a los almerienses, quienes deberán convivir con lluvias torrenciales, tormentas eléctricas y vientos huracanados al menos hasta el próximo fin de semana. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado la alerta amarilla para toda la provincia este martes, advirtiendo de rachas de viento superiores a 70 km/h y chubascos generalizados que podrían intensificarse de forma local.
Este martes marcará la despedida de la borrasca Jana de la región, aunque su salida no implicará un respiro inmediato. Entre las 06:00 y las 18:00 horas, la probabilidad de lluvias alcanzará el 100% en el Poniente almeriense, afectando a municipios como Berja, Adra, El Ejido y Roquetas de Mar, así como a localidades del interior como Laujar de Andarax, Enix y Fiñana. La capital y su área metropolitana —incluyendo Viator, Huércal de Almería y Benahadux— enfrentarán un 90% de probabilidad de precipitaciones, según datos de la Aemet.
Los expertos alertan de que los chubascos irán acompañados ocasionalmente de actividad eléctrica y podrían dejar acumulados significativos en zonas concretas.
Aunque el miércoles 12 de marzo traerá un descenso en la intensidad de las lluvias, la tregua será breve. Las precipitaciones, aunque débiles o moderadas, persistirán en el Poniente y el interior provincial, con posibilidad de extenderse al litoral durante la mañana. Localidades como Adra, Gérgal, Serón y Macael seguirán en el punto de mira, con un 100% de probabilidad de lluvia, mientras que Almería capital y municipios como Níjar, Tabernas o Chirivel rondarán el 95%.
La inestabilidad se recrudecerá a partir del jueves con la llegada de una nueva borrasca, aún sin nombre, que prolongará las lluvias hasta el viernes 14 de marzo. Este sistema, de menor intensidad que Jana, mantendrá el riesgo de precipitaciones dispersas y cielos nubosos, complicando las labores de recuperación en zonas ya afectadas.
Las autoridades han reforzado los protocolos de emergencia, especialmente en áreas propensas a inundaciones. Se recomienda a la población evitar desplazamientos innecesarios, asegurar objetos en exteriores ante los vientos fuertes y mantenerse informados a través de canales oficiales. La acumulación de agua en carreteras secundarias y la reducción de visibilidad por niebla en zonas montañosas añaden riesgos adicionales para conductores.
Mientras Almería resiste bajo este ciclo meteorológico sin precedentes recientes, los agricultores expresan preocupación por los cultivos bajo plástico, emblemáticos de la provincia, cuya resistencia a los vientos y al peso del agua está siendo puesta a prueba. La sucesión de borrascas deja en evidencia la vulnerabilidad de una provincia acostumbrada al sol, pero ahora sometida a la fuerza de la naturaleza.