El Ayuntamiento de Almería ha declarado desiertas tres licitaciones públicas en los últimos días, lo que supondrá un retraso en el desarrollo de esos servicios. En ese sentido cabe recordar que la concejal de Hacienda y Contratación, Vanesa Lara, suele ser objeto de crítica en los plenos, por parte de la oposición, por ser poco previsora a la hora de las licitaciones municipales, y en su defensa argumenta que se producen situaciones imprevistas, y vistos estos casos, es así.
Las licitaciones fueron declaradas desiertas en la última junta de gobierno, incluyen proyectos de señalización urbana, equipamiento de edificios consistoriales y servicios para la iluminación de un histórico edificio, todos ellos paralizados por irregularidades en las propuestas presentadas o por la ausencia total de ofertas. Todos ellos habría podido realizarse a tiempo si no llega a ser porque se producen imprevistos como los referidos.
El primero de los contratos afectados corresponde al suministro e instalación de placas identificativas en calles y vías públicas, con un presupuesto total de 18.876 euros repartido entre 2024 y 2025. La licitación, aprobada el 4 de octubre de 2024, recibió ofertas de dos empresas. Sin embargo, una de ellas presentó documentación «incompleta y errónea» sin subsanar los errores, mientras que la otra planeaba subcontratar el servicio, una práctica prohibida en las bases del pliego. Este fallo obliga a reiniciar el proceso, retrasando un proyecto que incluye 70 placas de pared y 30 de pie para mejorar la señalización urbana.
En segundo lugar, se declaró desierto el contrato para el suministro de mobiliario y equipamiento en la segunda fase de las Casas Consistoriales, valorado en 266.059 euros. El pliego, publicado el 25 de octubre de 2024, daba un plazo de menos de un mes —hasta el 18 de noviembre— para presentar propuestas. Pese a incluir partidas como mobiliario de oficina, decorativo, textiles y elementos eléctricos, ninguna empresa presentó una oferta dentro del período establecido. La junta de gobierno atribuyó el fracaso a la «excesiva brevedad» del plazo, aunque no descarta relanzar la licitación con ajustes.
El tercer caso involucra la redacción de proyectos y dirección de obras para la iluminación de un edificio histórico (lote 1), con un presupuesto de 24.876 euros. Una única empresa participó, pero su propuesta fue considerada «baja temeraria» al ofrecer un precio tan reducido que ponía en duda la viabilidad técnica del proyecto. La normativa exige que, en estos casos, la compañía acredite cómo ejecutaría el trabajo sin incurrir en pérdidas o incumplimientos. Al no presentar dicha justificación, la licitación se declaró desierta.
Estos fallos han dado argumentos a la oposición, encabezada por el Partido Socialista, que lleva meses denunciando «mala planificación y opacidad» en la contratación pública. En los plenos, han acusado al equipo de gobierno de actuar «a contrarreloj», lanzando licitaciones «en el último momento» y con plazos «irreales», lo que generaría desconfianza en las empresas.
La concejala de Hacienda, Vanessa Lara, ha reconocido en los plenos que estos contratos desiertos «alargan los trámites más de lo deseable», pero defendió la «rigor» del Ayuntamiento al aplicar la ley.