Una juez de Almería ha dictado una sentencia condenatoria contra un hombre que hostigó a su expareja sentimental, creando perfiles falsos en redes sociales donde subía imágenes inapropiadas y comentarios obscenos con el fin de "humillarla". El acusado, que reconoció los hechos, ha sido sentenciado a 15 meses de prisión por un delito contra la integridad moral, agravado por su relación de parentesco con la víctima. Además, deberá cumplir 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad debido a las coacciones ejercidas.
Los hechos se remontan a dos años después de la ruptura de la pareja, cuando el hombre, al enterarse de que su expareja había comenzado una nueva relación, inició una serie de acciones destinadas a perturbar su tranquilidad emocional. A pesar del rechazo contundente de la mujer para reanudar la relación, el acusado persistió en su acoso.
El tribunal ha recogido que el condenado creó perfiles falsos en plataformas como Facebook e Instagram utilizando fotografías reales de la víctima, junto con imágenes de genitales femeninos y comentarios obscenos. A través de estos perfiles, enviaba solicitudes de amistad a los contactos cercanos de la mujer para desprestigiarla.
Además del acoso digital, el hombre realizó numerosas llamadas telefónicas y envió mensajes por WhatsApp insistiendo en que ella se comunicara con él bajo amenazas de difundir información perjudicial. A pesar de que la víctima bloqueó sus números, el acusado continuó hostigándola desde otros teléfonos y llegó incluso a vigilarla, llamando repetidamente al timbre de su casa.
La situación se agravó cuando el hombre extendió su campaña de acoso hacia el entorno cercano de la mujer. Contactó a su nueva pareja, así como a sus hijos menores, madre y compañeros laborales, generando un clima de desasosiego e intranquilidad no solo para la víctima sino también para quienes le rodeaban.
La juez ha considerado que este comportamiento provocó "graves problemas" en las relaciones personales y laborales de la afectada. Por ello, además de suspender la pena privativa de libertad durante dos años, ha impuesto al condenado una orden de alejamiento e incomunicación con respecto a la mujer durante seis años.
Este caso pone de manifiesto los problemas del acoso y el uso indebido de las redes sociales en Almería, resaltando la importancia del respeto y la protección ante situaciones similares.