Esta merienda, que ha evocado momentos entrañables del pasado, ha sido posible gracias al trabajo desinteresado de una vecina que, desde siempre, ha sido un verdadero referente en la comunidad: Paquita “la Chispa”.
Casada desde los 13 años, madre de siete hijos y con un largo camino de vida a sus espaldas, Paquita es un verdadero ejemplo de generosidad, entrega y fortaleza. Heredera de una tradición familiar, que aprendió desde pequeña junto a su madre y sus hermanas, regenta con orgullo la churrería familiar, un negocio que ha endulzado durante décadas el día a día de veratenses y visitantes.
Con ese mismo espíritu solidario que la caracteriza, Paquita ha organizado esta entrañable merienda que ha reunido a los mayores, quienes han disfrutado no solo de las rosquillas, sino también del ambiente cálido y festivo que les ha hecho revivir momentos felices de otros tiempos.
El aroma y el sabor de estas rosquillas, elaboradas con el mimo y la sabiduría que solo dan los años y la tradición, han hecho de este Martes Santo un día especialmente emotivo.
Además de su implicación en momentos señalados como este, Paquita ha demostrado un firme compromiso con su comunidad. Durante la pandemia, se volcó en la confección de material de protección frente al coronavirus, ayudando a quienes más lo necesitaban y reafirmando que su generosidad no tiene límites.
Actualmente, Paquita “la Chispa” y su amiga y vecina, Fina Montoya, participan en el Concurso de Dulces de Cuaresma, organizado por Andalucía Directo, de Canal Sur Radio y Televisión, con sus tradicionales rosquillos de Semana Santa. Estas delicias, que ya han conquistado a todos los que las han probado durante la merienda solidaria, son un homenaje al sabor de siempre, al cariño en la cocina y al poder de las tradiciones para unir a un pueblo.
El compromiso, la entrega y la alegría que Paquita transmite en cada gesto la convierten en un verdadero tesoro de Vera. Un ejemplo inspirador de cómo la tradición y la solidaridad pueden caminar de la mano para hacer comunidad.