Un hombre ha sido condenado por una juez tras fracturar la mandíbula de un motorista que se detuvo en la vía, después de que le lanzaran petardos mientras conducía su vehículo por el centro de San Isidro, en Níjar. La magistrada ha impuesto al acusado una pena de un año de prisión por un delito de lesiones y, además, deberá compensar a la víctima con 16.562,22 euros, cantidad que cubre tanto las lesiones sufridas como las secuelas derivadas del ataque.
La juez, en su resolución sujeta a apelación, determinó que alrededor de las 22:35 horas del 16 de enero de 2020, el perjudicado se encontraba en San Isidro, Níjar, acompañado por un amigo, cuando de manera inesperada un grupo de personas no identificadas le arrojó petardos.
El acusado, "sin mediar palabra" y "con ánimo de quebranto físico", propinó "dos puñetazos en la cara" al conductor, quien se había bajado de la moto para recriminarles. Posteriormente, acompañado por un menor, continuó "lanzándole patadas", lo que resultó en una doble fractura de mandíbula y múltiples contusiones. Estas lesiones requirieron una intervención quirúrgica y un periodo de recuperación de 172 días, dejando secuelas en el maxilar inferior.
A pesar de que el acusado negó los hechos durante el juicio y afirmó que solo se encontraba de paso por la zona, el perjudicado logró identificarlo sin lugar a dudas como uno de los individuos que lo agredieron, mientras su amigo era retenido para evitar su intervención. Asimismo, el amigo del perjudicado reconoció al acusado por su apodo y corroboró, al igual que la víctima, que fue él quien le dio un puñetazo en la cara al conductor.