Opinión

Apoyando la cultura del cine almeriense

Luis Rogelio Rodríguez | Miércoles 23 de abril de 2014
El Ayuntamiento de Almería y la Diputación Provincial han demostrado una vez más, y con hechos, que una cosa es proclamarse referentes únicos del universo cultural andaluz y otra cosa bien distinta salir a escena a demostrarlo. La decidida apuesta que por el Festival “Almería en Corto” han venido haciendo conjuntamente Diputación y Ayuntamiento han permitido rescatar a este certamen no sólo de la incertidumbre que suponía la falta de respaldo económico de la Junta, sino también del peligro que suponía la espiral de derroche y descontrol al que el PSOE había conducido a este Festival durante sus años de mal gobierno en la Diputación. En esta nueva edición, los almerienses han vuelto a sentir el peso y el poso de la historia del cine en su provincia y los ecos lejanos y actuales de lo que significan los rodajes en una tierra de cine como Almería. Pero también hemos vuelto a sentir la ausencia de la Junta de Andalucía, que ha dado la espalda no sólo al certamen de cortometrajes, sino a lo que el cine ha supuesto y queremos que suponga para Almería en materia de promoción turística y creación de empleo. Y sorprende esta actitud en una administración que reclama para sí la exclusividad del discurso cultural andaluz. Pero lamentablemente la Junta no opera con criterios de equilibrio y visión de futuro, sino con simples cálculos de interés partidista. Y al no gobernar la Diputación de Almería, el PSOE de Andalucía, es decir, la Junta, ha perdido automáticamente el interés por el mismo. Pero no es sólo en la promoción de la industria cinematográfica donde los almerienses pueden ver cuál es el verdadero signo de la política cultura de la Junta en Almería. Las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro también han sido abandonadas a su suerte por la Junta de Andalucía. Y sinceramente, no creo que sea por mala voluntad. Sencillamente, no pueden. La prioridad está en mantener intocable el sistema de fundaciones, observatorios, oficinas y empresas públicas que suponen el “gobierno en paralelo” de la Junta, para favorecer a amigos y compañeros. Esa es la película que no cuentan pero que todo el mundo conoce. Nosotros estamos apoyando la cultura del cine almeriense no sólo de palabra, sino también de obra. Esa es la gran diferencia.

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