Luis Rogelio Rodríguez | Miércoles 23 de abril de 2014
No sólo sería aventurado, sino incierto, afirmar que España ha salido de la crisis. Debemos ser conscientes de la situación de dificultad por la que están atravesando muchas familias españolas afectadas por la recesión y de los problemas reales que aún padecen muchos ciudadanos sin empleo. Pero lo cierto es que para que todos estos problemas concretos tengan una salida efectiva, hay que sentar las bases de un cambio de modelo que permita crecer, crear empleo y generar oportunidades para que las empresas vuelvan a ser el motor del desarrollo. Y todos los indicadores coinciden en señalar que estamos por el buen camino para sentar esas bases. De hecho, el año 2013 concluyó con una disminución del paro registrado de 147.385 personas, en el mejor mes de diciembre desde 2001 y, por primera vez en casi tres años, la prima de riesgo ha bajado de los 200 puntos. No se trata de opiniones más o menos aventuradas, sino de datos contables. Y de estas cuestiones, que hace unos meses nos atenazaban y nos preocupaban a todos, ahora apenas se habla. Tras nueve trimestres de caída estamos recuperando el crecimiento y las empresas españolas atraen 40.000 millones de inversión extranjera. ¿Significa eso que hayamos salido de la crisis? Naturalmente que no. Soy consciente de que todos estos cambios favorables no han tenido todavía incidencia directa en la economía real de las familias y que los grandes números tardan en mostrar su efecto en las situaciones concretas del día a día. Pero no es menos cierto que el paso imprescindible y obligatorio para llegar a esa deseable situación es el que anticipan ya los grandes indicadores, los mercados y los analistas. Pero como ha dicho recientemente el presidente Mariano Rajoy, tenemos 4.727.814 razones por las que vamos a seguir trabajando con ilusión y perseverancia. No podremos considerar superada la crisis mientras se digan dando estas cifras de desempleo y existan familias con graves problemas. España está creciendo como resultado de las políticas y reformas necesarias que ha puesto en marcha el Gobierno del PP, sentando las bases para empezar a crear empleo en 2014 y garantizando el Estado de Bienestar. Sin embargo, en ocasiones asistimos al establecimiento de intensos debates que superan, por su apasionamiento, a cuestiones relevantes de las que poco o casi nada se habla a pesar de su trascendencia, como la mejora de las cifras de empleo o haber terminado con la amenaza del rescate financiero como un escenario posible para España. No olvidemos esa realidad.
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