Opinión

Feria: la negativa por la negativa

Luis Rogelio Rodríguez | Domingo 07 de septiembre de 2014

Cada vez que termina una Feria, los medios de comunicación suelen pedir a los grupos políticos un balance de opiniones acerca de su desarrollo, que siempre obedece al mismo patrón simétrico: los que la organizan dicen que muy bien y los grupos de oposición que muy mal. Y si este modelo se repite de modo muy parecido todos los años, cuando hay en el horizonte unas elecciones municipales las diferencias de criterio se hacen más notables. No es el caso de la reflexión post ferial del equipo de Gobierno Municipal, desde el que hemos considerado la Feria como razonablemente bien organizada, con más afluencia de público a conciertos y actividades y con una satisfacción general de los hosteleros almerienses, que han visto aumentar hasta casi el lleno absoluto la ocupación en los hoteles y que han mejorado notablemente los ingresos por consumo en los diferentes establecimientos. Esa es la realidad contable de una Feria que, desde los grupos municipales de oposición (PSOE-IU) se ha pretendido desfigurar hasta la caricatura, resumiéndola de “cutre y sosa”. Ese es el nivel. Lo que estaba claro desde el minuto uno, cuando se negaron a asistir a la presentación oficial, es que tanto PSOE como IU habían decidido que esta Feria iba a ser un fracaso saliera como saliera. Así lo habían decidido ellas y ellos y así habrían de sostenerlo con independencia de las evidencias. Pero algo habremos hecho bien desde la organización de la Feria si los hosteleros están satisfechos con la ocupación alcanzada y el movimiento económico generado. Aunque todo eso ha dado igual a las señores y señores de la oposición municipal, que en su día decidieron que la Feria de este año iba a ser un fracaso y así lo han tenido que estar repitiendo mientras han dejado de acudir a los actos que otros años acudían, para poder criticarlos ahora o acudiendo tan sólo a aquellos que permitían un posado de urgencia con algún torero. Claro que también ha habido casos de concejales de la oposición que han mostrado un minucioso interés por la Feria sin haberla pisado siquiera, emulando así a compañeras que criticaron a distancia la Feria de Almería mientras estaban en los Estados Unidos. Intranquiliza pensar que, con semejante nivel, puedan sentirse capaces de organizar no ya una Feria, sino cualquier otra cosa que no sea el discurso de la negativa por la negativa.

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