Opinión

Ética y política

Juan Megino | Domingo 28 de septiembre de 2014
En mi comentario de la semana pasada que titulaba ¿Quién programa en el Partido Popular? por alguna razón, seguramente la falta de espacio, dejó de aparecer el último párrafo que, por su interés premonitorio, me permito retomar en su totalidad textual.

“Vista la situación actual, en donde parece que el Sr. Ruiz Gallardón, actual Ministro de Justicia, pueda pagar con su puesto, su posición sobre la nueva Ley, dando la impresión de que se tratara de un capricho personal o de un empecinamiento ¿acaso el Sr. Rajoy y su Partido no conocía esta promesa electoral? o más bien ¿pensó como aquel político de izquierdas que las promesas electorales se hacen para no cumplirlas? Al final, los ciudadanos toman nota y, casi todos, tienen una magnífica memoria”.

Pues bien, esta semana se ha producido la dimisión del Sr. Ruiz Gallardón, que ha llevado aparejada su renuncia a cualquier cargo institucional o de Partido. El rumor, esta vez sí, ha sido la antesala de la noticia.
En mi opinión, esta dimisión ha sido todo un ejemplo de coherencia política, bastante escasa en estos tiempos, pero, sobre todo, ha sido un ejemplo de comportamiento ético en defensa de un compromiso electoral del P.P, y también en defensa de unos valores éticos que ningún Partido Político debiera abandonar a cambio de un puñado de votos que, supuestamente, le garantice mantener el poder.

Si como se afirma, la retirada del Anteproyecto por parte del Sr. Rajoy, se produce como consecuencia de un mero cálculo electoral, estaremos ante un grave quebranto, no sólo de un compromiso programático, sino que, en aras de un pragmatismo mal entendido, se habrá producido el abandono de unas ideas que, desde el humanismo cristiano, parecía defender el Partido Popular.

De nada vale la sorprendente explicación del Sr. Rajoy de que la retirada obedece a la ausencia de consenso político y social o de que, a consecuencia de esa falta de consenso, otro Partido, después de otras elecciones, derogaría esa Ley. Increíble posición puesto que viene a poner en solfa toda una Legislatura, además de suponer una mínima moral de una nueva victoria, en Leyes como la de Educación, Reforma Laboral o Reforma Fiscal, entre otras muchas que tampoco han alcanzado el consenso político ni social.
Aunque fuese así, el retraso en una nueva Ley habría conseguido ahorrar a la sociedad el sufrimiento de los más de 200.000 abortos anuales practicados en nuestro país.

No, el Anteproyecto de Ley no era del Sr. Ruiz Gallardón sino del Sr. Rajoy y su Consejo de Ministros y, en adelante, el Presidente deberá hilar muy fino para convencer a muchísimos españoles que, en su día, le votaron para cumplir un programa.

Si la Política ha sustituido a la Ética es evidente que muchos, en estos momentos, estarán deseando romper sus carnés de afiliados al P.P. o pensarán en otras opciones.

Noticias relacionadas