Opinión

Nuevas obras que abren Almería al mar

Luis Rogelio Rodríguez | Domingo 05 de octubre de 2014

Del mismo modo que el derribo del muro de las vías de tren junto a la estación está permitiendo descubrir una perspectiva nueva y más diáfana de esa céntrica zona de Almería, la actuación que el Ayuntamiento está llevando a cabo en la Plaza Carabineros está cambiando parcialmente la perspectiva del barrio del Zapillo al mar. Por fin, y gracias al derribo del muro que tapaba el acceso de la Avenida Cabo de Gata a ese espacio, se puede ver el mar desde dentro del barrio. No es un mirador todo lo diáfano que seguramente a todos nos gustaría, pero es un avance significativo. Qué duda cabe. Almería, al igual que la práctica totalidad de ciudades costeras españolas, sufre los efectos de una política urbanística manifiestamente mejorable que ha supuesto el efecto de apantallamiento constructivo frente al mar. El litoral, entendido como uno de los mejores recursos urbanos de las ciudades costeras es de este modo difícilmente recuperable para la ciudadanía, por lo que los ayuntamientos han de aprovechar todas las ocasiones a su alcance para favorecer el contacto de los habitantes de las ciudades con su mar. En este sentido, las obras de urbanización sobre este espacio se han podido iniciar una vez el Ayuntamiento ha abonado a la Junta de Andalucía los 496.903,21 euros con los que se ha valorado ese suelo, resolviendo con ello el expediente de expropiación iniciado por el Consistorio tras negarse el Gobierno andaluz a propiciar una cesión de esos terrenos. Al Ayuntamiento intentó en todo momento alcanzar un acuerdo con la Junta de Andalucía, entendiendo que la administración autonómica se mostraría receptiva a esta intención positiva para todos los almerienses y como justa correspondencia de la política de colaboración y cesión gratuita de espacios que el Ayuntamiento mantiene con la Junta. Pero no pudo ser. La actuación proyectada sobre el solar, de 547 metros cuadrados de superficie, y que seguirá a las labores de demolición del muro perimetral que delimitaba el terreno, salva el desnivel existente con la zona aledaña a través de varios elementos como son una rampa peatonal de 2,5 metros de ancho, una escalera de acceso a los dos niveles y un nuevo espacio verde integrado, entre otros elementos que de forma paralela continuarán a la alineación de la carretera existente. En definitiva, un muro menos y un nuevo espacio de disfrute y convivencia para los almerienses, que permitirá a muchos descubrir el mar en un lugar desde el que nunca antes se había podido hacerlo.

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