Adriana Valverde está nerviosa. O al menos lo parece. Quizá sea porque ve peligrar su futuro como candidata a la Alcaldía de Almería por el PSOE, o tal vez acusa el desgaste de las tensiones en su propio grupo.
Ese nerviosismo no lo tenía ni cuando siendo delegada de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía en Almería, firmó un presupuesto de 37.300 euros para las Unidades de Empleo de Almería (UEDTL) en “gasto corriente”, cuando en realidad carecían de personal y proyectos, como publicamos en septiembre de 2013.
Tampoco estaba tan nerviosa cuando contamos que el 15 de noviembre de 2013, y de una sentada, aprobó la cuenta anual correspondiente a los ejercicios 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013, de las UEDTL de la Junta de Andalucía… un intenso día laboral, sin duda, que debió dejarle la mano muerta.
Pues nada de eso provocaba en ella un nerviosismo tal como el que ahora tiene ante la proximidad de las primarias –si llega a haberlas- porque el “¿no, Noemí?” de Juan Espadas en su última visita a Almería fue muy significativo, no tanto por la referencia en sí a alguien presente en la sala de prensa, sino porque oficialmente ésta no ha formalizado su candidatura, y además, era la única en el acto entre aquellas cuyos nombres se barajan. Valverde no estaba.
Pero ese nerviosismo se observa en detalles tales como su cuestionamiento de la legitimidad de María Vázquez como alcaldesa, sin pensar en que ese mismo argumento se le podía volver en contra a poco que se mirara a lo sucedido en Sevilla, ciudad de la que era alcalde Juan Espadas… el que no la mencionó.
Y se observa el nerviosismo en que dispusiera que fuese Antonio Ruano quien argumentara contra la moción del PP pidiendo reformas legislativas contra la okupación de viviendas, en vez de hacerlo ella misma. Dejó que Ruano se achicharrara en un tema indefendible, tan indefendible que una semana después era el propio PSOE quien anunciaba su intención de promover una ley para desalojar a los okupas en 48 horas… esos okupas que no existen, esos okupas que son un invento de las empresas de seguridad… esos.
Pero ha lanzado también a la piscina a Ruano con el tema del incendio de la planta de reciclado, haciéndole sostener en La Entrevista de Interalmeria TV argumentos muy poco razonables sobre el mismo. No es razonable que sostenga que “alguien” le ha dicho que el fuego se podía haber apagado ya (entiendo que se refiere a extinguido) pero no se hace por interés político. ¿Quién le ha dicho eso al concejal? ¿algún técnico? Y luego ¿qué interés político tiene el equipo de gobierno del PP en mantener ardiendo la planta, molestando así a los vecinos de la zona? ¿es que el PP no quieren que les voten allí? ¿por qué quiere incomodar a esas familias?
El empecinamiento en los temas es otro ejemplo de nerviosismo. Hemos mencionado lo de la planta de reciclaje, que es un asunto resuelto, en el sentido de que ha habido un incendio, está en proceso de extinción, y a partir de ahí, lo que cabe es esperar informes técnicos sobre los motivos del mismo y las responsabilidad a que hubiese lugar, pero tal vez esos informes tarden unos meses, o no digan lo que ella quiere que digan, que no es otra cosa que pintar a la alcaldesa como una pirómana.
Empecinamiento también en la situación del paraje Guillén y alrededores, porque si tenían razón los vecinos en su demanda de más iluminación y más seguridad, y está bien que el PSOE y cualquier otro grupo municipal se haga eco de ello, lo que carece de sentido es que una vez anunciado por la alcaldesa que se va a implementar una solución, seguir dándole vueltas a lo mismo.
Si nos atenemos a lo dicho por Espadas sobre la fecha de primarias, es evidente que Valverde –otra vez- no sale bien parada. Dijo que allí donde pudiese haber un cambio, se quería retrasar para reducir al mínimo la molesta cohabitación entre el nuevo candidato a la alcaldía y el portavoz municipal, y también que se buscaría negociar para una candidatura de consenso allá donde hubiese varias. En ningún caso la deja en buen lugar.