No hay una semana sin un nuevo bandazo del Partido Popular. El Congreso de los Diputados tiene registrada una Ley de Vivienda, que es una buena normativa a la que ya ha dicho el PP que va a decir ‘no’. Entonces, como ha ocurrido con el decreto ómnibus, se va a otro escenario, al Senado, para seguir con la controversia y plantear una alternativa que no viene a solucionar, para nada, el grave problema de la vivienda que padecemos. No lo solucionan porque no hablan con la gente, porque el PP no representa a nadie salvo a sí mismo y a sus amistades especuladoras.
El PP no tiene ningún plan creíble para resolver el problema de la vivienda y se ve a las claras examinando los ingredientes de sus recetas, que son las de siempre: la burbuja, el pelotazo y la especulación que, indefectiblemente, acaba en desahucios para la gente más modesta y en ‘populares’ imputados por casos de corrupción.
El PSOE, en el Gobierno de España, está demostrando con hechos que la fórmula socialdemócrata es una fórmula de éxito en nuestro país. Nos dijeron que no podíamos subir el Salario Mínimo Interprofesional, porque era incompatible con el empleo y hemos alcanzado récord históricos en afiliación a la Seguridad Social. Convertimos en realidad lo que otros consideran que es un sueño o imposibles y, por eso, tenemos que decir alto y claro que ser socialista es estar del lado correcto de la historia. Ahora, el frente negacionista que lidera el PP está criticando la Ley de Vivienda, pero vamos a seguir en nuestro empeño y a hacerla realidad, como hemos venido logrando hasta ahora con otros asuntos que han venido a mejorar, de manera ostensible, la vida de las personas.
Si, ciertamente, el PP quiere ayudar de verdad lo que tienen que hacer es salir del ‘no’ a todo y colaborar con el Gobierno de España con una oposición constructiva y aplicando la Ley de vivienda allá donde gobiernan, pero me temo que van a volver a hacer el ridículo, como ha ocurrido recientemente con la subida de las pensiones y resto de medidas del decreto ómnibus.
El Gobierno está aportando herramientas, como las que contiene la Ley de Vivienda, para atajar las subidas de precios en las zonas con más demanda, pero muchas de las competencias en materia de vivienda son autonómicas o municipales. Por eso hace falta que todos los gobiernos se comprometan.
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