El mejor teatro sigue siendo uno de los grandes pilares de la programación del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería y, como muestra, tan solo hay que remitirse a un periodo de siete días. Si el pasado viernes el Auditorio disfrutaba de la representación de ‘Entre Copas’, comedia protagonizada por Juanjo Artero, y este viernes el telón se alzará para la obra ‘Edipo a través de las llamas’ del dramaturgo almeriense Paco Bezerra, el Teatro Apolo también se sumará a la terna de propuestas este jueves, 27 de octubre, a partir de las 20.30 horas, con la obra ‘No soy tu gitana’, de la compañía Teatro del Barrio. Una cita que se enmarca dentro del programa Delicatessen, el ciclo de teatro independiente y alternativo que coordina Axioma Teatro.
Las entradas se encuentran a la venta tanto en la taquilla municipal, que está ubicada en el Teatro Apolo, como en la propia página web de entradas del Área, https://almeriaculturaentradas.es/. También lo estarán en la taquilla del Apolo desde dos horas antes del comienzo de cada una de las representaciones. Tienen un precio de 13,50 euros para cada una de ellas, aunque existe la opción de adquirir un abono para ver la segunda obra de Delicatessen, ‘Recuerda’, que será el 1 de diciembre en el Apolo, por 22 euros.
La compañía explica sobre ‘No soy tu gitana’ que ofrece más de una hora de historia, risas, cambios de vestuario, cante, baile y alguna que otra maldición. “No es un monólogo, sino un diálogo teatral sin pretensiones de deconstruir a nadie.
Hacer reír al público con el racismo de leyes históricas absurdas es la única pretensión para llegar a un lugar común donde las gitanas te enseñen a hacer compás por tangos y que todos seamos un poco más felices”, detallan.
La obra está protagonizada por Silvia Agüero, que es autora de la dramaturgia junto a Nüll García, que la dirige. El trabajo actoral es de Pamela Palenciano. Se trata de una producción de Teatro del Barrio con la colaboración de ‘Pretendemos gitanizar el mundo’.
Teatro del Barrio nació en 2013 del hambre de realidad, “que tiene siempre algo maravilloso por lo terrible que sea, puede ser transformada si se conoce”. Esa es la vocación del proyecto, saber qué está pasando, por qué no gusta y por qué se quiere cambiar.