La doctrina Susana Díaz

Vamos a vivir en los primeros días postelectorales una curiosa contradicción, a la que por otro lado estamos acostumbrados, y es que en política el doble rasero a la hora de medir es una constante.

Pero no han hecho falta días, sólo horas, para ver como se desmorona la doctrina Susana Díaz nada más conocerse los primeros datos. La que exige a los demás que con su abstención permitan ser investida ser presidenta, con el argumento de ser la socialista la candidatura más votada, no dice lo mismo cuando eso le sucede al oponente.

No recuerda que el PSOE no dejó gobernar la lista más votada que encabezó Javier Arenas, pero es que ahora tampoco ve que deban gobernar en los ayuntamientos los partidos más votados. Con Susana, los andaluces han hablado y hay que respetar lo dicho, y son unos irresponsables quienes lo impiden, pero...

Si el PP le saca 20.000 votos al PSOE en la capital de Almería... es el PSOE el que ha ganado por tener más concejales, pero si el resultado dejara -que parece que no- en entredicho el gobierno de la Diputación, el deseo de la ciudadanía expresado en una superioridad de sufragios, tampoco tendría importancia siempre y cuando los socialistas pudieran formar una nueva mayoría.

Para Susana Díaz carece de relevancia lo dicho por los vecinos de la capital almeriense, o lo dicho en Roquetas de Mar, o lo dicho en Níjar... donde las listas más votadas son las del PP. Según la doctrina Susana Díaz esto es un "batacazo" y el PP debe pasar a la oposición.

La doctrina Susana Díaz dice que el PP ha sido castigado por bloquear su investidura, pero claro, por ese mismo motivo Ciudadanos ha sido premiado, qué cosas... y han premiado el PP en El Ejido, vaya... o a ver cómo se interpreta el aguante de IU ante las embestidas y la fragmentación a su izquierda, o es que tal vez... no tenga nada que ver una cosa la otra ¿no?