Los desabastecimientos por las subastan alcanzan periódicamente a más de 80 productos en Andalucía

A punto de darse a conocer por el Servicio Andaluz de Salud los resultados de la séptima subasta de medicamentos, cerrada el 12 de junio, la realidad a pie de calle dista mucho del idílico panorama con el que se concibió ese modelo que debía ahorrar dinero al contribuyente y garantizar un mejor servicio y prestaciones. Independientemente de las quejas de los usuarios por esa percepción de peor calidad del medicamento, la realidad a pie de calle pasa por el total desconcierto entre la población de mayor edad ante el constante cambio de envases. Así, pacientes que deben tomar una única pastilla para la tensión llegan a duplicar y hasta triplicar la dosis por confundir los envoltorios.
Este constante cambio de cajas que trae de cabeza a la tercera edad andaluza tiene su origen no en las subastas, sino en el incumplimiento de los laboratorios que ganan estos concursos públicos. Se ha demostrado semana a semana que, sencillamente no tienen capacidad suficiente para abastecerlos y así en apenas unos días pueden fallar hasta más de 80 referencias, según información facilitada por un distribuidor.
Amoxicilina (antibiótico), metaformina (diabetes), tamsulosina (próstata) o un sencillo paracetamol son medicamentos que constantemente provocan retrasos en las entregas a los pacientes, ya que no todas las farmacias cuentan con stock para ofrecer una alternativa. Este otro desabastecimiento paralelo se debe a que la sustitución de un medicamento de subasta por otro comercial, pese a que pueda costar lo mismo, puede llevar a una discrepancia con el Servicio Andaluz, que por el momento se viene arreglando con enormes dosis de paciencia entre la propia administración, farmacéuticos y usuarios. En estos momentos hay laboratorios ganadores de subasta que ya han comunicado oficialmente que hasta final de verano no tendrán disponible su producto ganador.