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Investidura o moción de censura

lunes 07 de marzo de 2016, 10:49h

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Nuestro ordenamiento constitucional expresa, con absoluta claridad, todo el procedimiento sobre el funcionamiento de la sesión de investidura y cual es el papel que debe desempeñar el candidato. Pues bien, en la primera sesión de la investidura fallida del Sr. Sánchez, candidato del PSOE, con el resultado conocido por todos, hemos podido comprobar como su intervención ha sido de todo menos ortodoxa.
Se supone que el candidato debe dedicar la totalidad de su tiempo para explicar detalladamente todo su programa y como llevarlo a cabo, sobre todo, en los aspectos económicos, tratando de convencer al resto de la Cámara de la bondad de su proyecto. Nada de esto fue así. Más de media hora de su larga alocución la dedicó a hacer una Moción de censura al PP y al Sr. Rajoy y a todo el trabajo realizado en esta última Legislatura. Con ser legítima la crítica, ha sorprendido, puesto que ha pervertido absolutamente lo que es un debate de investidura. Con todo, lo más grave ha sido el conjunto de descalificaciones, no sólo personales al Sr. Rajoy, sino que por elevación ha atacado a los más de 7 millones de españoles que, legítimamente, votaron al PP. Ante la opinión pública, no partidista, esta actitud del Sr. Sánchez que muestra claramente su profundo odio, espero que solamente sea ideológico, hacia lo que representa el PP, puede tener como consecuencia la ruptura de cualquier puente que pudiera existir entre los dos grandes Partidos a partir del próximo lunes, si, como parece casi seguro, la noche del viernes de nuevo haya fallado la intentona del Sr.Sánchez para ser Presidente de Gobierno.
Recuperar esos puentes se antoja, en estos momentos, misión más que complicada, con lo cual la posibilidad de un pacto a tres, PP, PSOE y Ciudadanos, deseado por una inmensa mayoría de españoles, que darían una notable estabilidad a la sociedad española, ahora es una utopía. Claro que también puede ser una incógnita la posición del Sr. Rivera, en ese papel un tanto confuso que viene asumiendo desde que terminaron las elecciones, sin saberse exactamente cuales son sus auténticas intenciones.
En el debate, el Sr. Sánchez no dejó de repetir insistentemente una apelación al diálogo y al “mestizaje ideológico”, entendiendo que esa es una exigencia del electorado con los resultados producidos. Por supuesto, que ese diálogo no ha sido universal, puesto que ha eludido claramente al PP, absolutamente necesario para articular esta España complicada que nos hemos dado.
La posibilidad de un pacto a tres en estos momentos es pura entelequia, fundamentalmente por animadversiones personales que, al final, pueden predominar sobre los intereses generales. Como esto es así, puede haber llegado el momento de apartar a las personas que hagan imposible cualquier acercamiento, esto es, los Sres. Rajoy y Sánchez, si es que no lo hacen espontáneamente con generosidad y espíritu de sacrificio por legítimos que, en estos momentos, sean sus intereses.

Juan Megino

Médico y ex alcalde de Almería por el PP