La encuesta del CIS no da, desde luego, muchos ánimos a los votantes, ya que medio año después nos encontramos con que el panorama que anuncia la demoscopia es similar al que nos ha llevado a repetir elecciones generales… y así, a ver a quién le queda gana de aguantar la matraca de la campaña e ir, además, a votar para nada.
Si a nivel estatal lo más destacado de la encuesta es que Unidos Podemos adelantaría al PSOE en votos y escaños, el famoso “sorpasso”, se da la circunstancia de que la única persona que está dispuesta a disputar el liderazgo a Pedro Sánchez en esas circunstancias, la andaluza Susana Díaz, perdería ella también dos diputados, que irían a parar a Unidos Podemos, que además sumaría otro perdido por el PP, de tal forma que los dos grandes empatarían a 20 y el tercero aumentaría a 13.
Es decir, que Díaz no podría sacar pecho porque a ella tampoco le iría bien en Andalucía. Es más, aunque los periodistas y analistas afincados en Madrid no atiendan al dato, lo cierto es que si Sánchez sacó los peores resultados en la historia del PSOE, ella en nuestra tierra ha tenido la misma fortuna. Empató en escaños con su padrino José Antonio Griñán, pero obtuvo menos votos que él, quien ya tenía la cifra más baja de las últimas tres décadas.
Hasta tal punto se le ponen mal las cosas a Díaz, que uno de los diputados que perdería sería en Sevilla, el feudo del socialismo andaluz donde el PP mantendría sus tres, y otro en Jaén, la otrora dominada por el todopoderoso Gaspar Zarrías, y uno más en Almería. Frente a eso el PP pierde dos diputados, en Huelva, a favor de Ciudadanos, y en Granada pierde otro, pero para Podemos, si bien uno de ellos es recuperado por Almería, que sube de dos a tres, dejando al PSOE con uno, como Podemos y Ciudadanos.
Por tanto, cabe preguntarse si Susana Díaz es la persona adecuada para liderar un PSOE federal cuando no es capaz ni de mantener el nivel en su territorio, donde sigue despeñándose convocatoria tras convocatoria. Eso sí, mientras eso se lo callen por ignorancia o desconocimiento, los analistas de más allá de Despeñaperros, tendrá posibilidades.
En el caso de Almería la cosa es cuando menos, curiosa. Los almerienses siguen dispuestos a votar a Podemos, y si antes le dieron un escaño a un absoluto desconocido sevillano, David Bravo, ahora parecen dispuestos a dárselo al exJemad Julio Rodríguez, el gallego al que no dieron escaño por Zaragoza en diciembre. Y ya sabemos que a Izquierda Unida, coaligada con los de Pablo Iglesias, no les gustó el candidato por tres razones: militar, cunero e impuesto; lo que no han ocultado quedándose fuera de la foto de inicio de campaña, la de la pegada de carteles. El matrimonio de conveniencia sólo le sale rentable a Podemos, que afianza el escaño que por otro lado, debe estar en una situación poco clara si nos atenemos a que la campaña prevé la visita de Iglesias para enardecer los ánimos (se desconoce si vendrá el socialdemócrata para coger voto del PSOE, o el comunista para asegurarse los de Izquierda Unida).
Hay que reconocerle que tiene más dotes para la política que David Bravo, ya que ha venido en precampaña más que él en los seis meses que representó a esta provincia en el Congreso.
Quien más complicado lo tiene es el PSOE de Almería, que sólo podría colocar en Madrid a Sonia Ferrer. Eso sí, José Luis Sánchez Teruel, como secretario general y responsable de la campaña electoral, podría volver a salvarse porque su derrota histórica –acumulada a la de hace medio año- se ve compensada con la de Díaz, y con la de Sánchez.
Una decena de campañas lleva organizadas Javier A. García para el PP de Almería, y el resultado que anticipan las encuestas es positivo. Hay que fijarse en un detalle no menor y relativo a la situación de cada partido en las pasadas generales, para ver el mérito que supondría ese aumento en un diputado, que está en el filo y ellos lo saben, por lo que la presencia de Mariano Rajoy en campaña tiene como finalidad asegurarlo.
En diciembre, el PP se quedó a unos 1.500 votos del tercer escaño, que de haberlo logrado habría sido a costa de Podemos, mientras que tras la unión de estos con IU, ese tercer diputado se alejaba hasta los alrededor de 11.000 y le costaría a Ciudadanos su desaparición. Eso siempre que cada cual obtuviera los mismos votos que antes, por lo que para producirse lo dicho por el CIS, la caída del PSOE tiene que ser brutal en Almería… ya veremos qué pasa realmente.
Aunque las elecciones generales pongan en jake al PSOE de Almería –que aún puede recuperarse y mantener los dos escaños actuales- y sean un impulso para el PP, lo más importante será saber qué pasa en la pugna Díaz/Sánchez, porque ni uno ni otro está en condiciones de echarle al otro en cara nada.