Quien fuera delegado de Obras Públicas de la Junta en Almería es autor de la novela “Lágrimas saladas”, una historia situada en la Almería andalusí recién ocupada por las tropas castellanas, en la que las conspiraciones políticas aparecen a cada página
El autor de “Lágrimas saladas” (editorial Círculo Rojo), el profesor Luis Caparrós Mirón, vive ahora apartado de la política, aunque siga siendo secretario general del PSOE de Purchena por “exigencia” de sus compañeros, pero queda ya lejos su época de alcalde de esta localidad, su paso como portavoz socialista en la Diputación de Almería desde el año 1999 hasta el año 2003, aunque aún tiene bien presente como salió de su último cargo público, el de delegado de Obras Públicas, Transporte y Vivienda de la Junta de Andalucía en Almería.
Caparrós nació en la Rambla de Oria en el año 1955, estudió Magisterio y, tras su devenir en la política, ahora es director de la Residencia Escolar Maestro Juan de la Cruz en el pueblo de Albox, un empleo que le ha dejado tiempo para escribir esta obra que, reconoce, ha preparado pensando en los escolares de segundo ciclo de secundaria y bachillerato “en la que aparezcan valores universales”.
Comenta que la idea de lo que será una trilogía, surgió a raíz de su implicación en la recuperación de los Juegos Moriscos de Aben Humeya. Aunque es “pura ficción”, destaca la existencia de pasajes y personajes reales de aquellos momentos como las visitas de los emires Abu Abd Allah (Boabdil, el Rey Chico) y Abd El Rahman a Purchena, o la entrega de la ciudad a los reyes de Católicos y los escritos documentados de la época.
La novela narra la historia de un matrimonio mixto, que era algo muy excepcional en aquellas fechas, y a través del diario de Yamina se relata la vida de varias generaciones. A la muerte de los hijos de Yamina y Alejandro, Abir y Aziiza, la novela da un salto en el tiempo, centrándose en los siglos XV, XVI y principios del XVII.
Se contrapone aquel Islam andaluz, en el que la convivencia y la tolerancia era moneda común, y por tanto uno de esos “valores universales” que pretende transmitir Caparrós, con la intolerancia y el integrismo actual.
El libro, que ha sido presentado en Purchena, en Albox y en la capital de Almería, está “teniendo muy buena aceptación, está gustando mucho, y la gente me dice que la trama es muy entretenida” afirma Caparrós, quien llama la atención respecto a que “está muy centrada en el medio rural, y hay referencias a la gastronomía andalusí, la astronomía, y la ciencia de aquella época”.
Pero en la novela también hay intrigas políticas, lucha contra el poder establecido por los conquistadores, y “mano izquierda”, dice el novelista, que también utiliza el término “hipocresía” para referirse a aquellas circunstancias.
Hablando de la situación actual de su partido, el autor reconoce que lo vive “con mucha tristeza” y advierte que el problema que tienen es “de saber hacia dónde queremos ir”, además de que “veo también mucho interés que no es el del partido y el de los ciudadanos, sino que son las luchas por mantener sus parcelas de poder en un momento tan difícil como el que estamos viviendo, y donde tendría que haber prevalecido el entendimiento de una parte y la otra, y la solución ha sido muy mala, desgarradora, y ahora vamos a pasar un tiempo de sufrimiento como consecuencia de las malas prácticas”.
“Recuerdo que, salvando las distancias, lo que le ha ocurrido a Pedro Sánchez, es parecido a lo que me pasa a mi”, y explica que “soy una persona que nunca ha tenido un cargo en la Ejecutiva Provincial”, pero “en un momento, el poder establecido, en este caso el señor Griñán (se hace cargo de la presidencia de la Junta de Andalucía y de al secretaría general del PSOE-A tras la dimisión de Manuel Chaves), la emprende con Martín Soler (en ese momento consejero del Gobierno andaluz, y presidente del PSOE de Almería), y nos involucra a todos, y a mi no me molestó el cese, porque los ceses en democracia son importantes y necesarios, pero no dar ni una explicación…y dejar la propia delegación vacante más de un mes, como si corriera tanta prisa, como si yo hubiera hecho algo, alguna salvajada, o alguna corruptela… y eso sí que me indignó”.
Visto en perspectiva, dice que “no tengo añoranza de haber dejado la política”, y está profundamente agradecido al PSOE “porque me dio la oportunidad de hacer muchas cosas”.