Sin duda, el acto convocado en Almería por los partidarios de que Pedro Sánchez vuelva a la Secretaría General del PSOE, tuvo una mayor afluencia que el de su único rival oficial, Patxi López. Pero más allá de la cantidad, está la cualidad –que no la calidad- de los asistentes.
En el de Pedro sin Pedro, se dieron cita muchos de los veteranos, de la llamada “vieja guardia”, aquellos a quienes aún hoy se les identifica con el “guerrismo”. Son antiguos dirigentes que de un modo u otro, antes o después, a nivel más alto o más bajo, han sido represaliados en la purga que hizo Susana Díaz cuando accedió digitalmente a la dirección del PSOE-A y quiso hacerse con el control total para asegurarse la pervivencia.
Pero allí no sólo estaban quienes tenían cuentas pendientes con ella directamente, también quienes la tenían con la dirección provincial de José Luis Sánchez Teruel, su mayor valedor en Almería. Y aquí también hay jóvenes represaliados, y otros no tan jóvenes, pero que también han sido víctimas en algún momento de la manu militari que se gasta la trianera.
Y sí, junto a ellos, también socialistas sin más interés que escuchar las propuestas de los emisarios de Pedro Sánchez.
A poco que entras en conversación con los más acérrimos defensores de la candidatura de Pedro Sánchez, lo primero que se descubre es que en realidad, en lo único que coinciden con él es en su sed de venganza contra Susana Díaz, y todo lo más el “no es no” al PP, aunque tampoco te expliquen qué alternativa había. Si les preguntas por una alianza con Podemos como sugiere el aspirante a revalidar el título, lo rechazan, y no hablemos si mencionas lo del “Estado plurinacional”.
En el caso de Patxi López las cosas son distintas. Sus partidarios creen que quienes han llevado al partido a esta situación no pueden ser las personas adecuadas para sacarle de ella.
López es la tercera vía, y por eso será la menos favorecida por los votantes en las Primarias. Los odios siempre vencen a la razón, desgraciadamente, y si con Pedro vemos a defenestrados por el susanismo, con Susana veremos a todos los cargos públicos.
Entre dos aguas, Patxi López, en el lugar más complicado para nadar… y ya lo de nadar y guardar la ropa, ni de broma.
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