El coronel Diego Pérez de los Cobos ha decidido jubilarse tras pasar a la situación de reserva en la Guardia Civil. Esta decisión pone fin a un prolongado conflicto judicial con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien cesó a Pérez de los Cobos de manera considerada ilegal por el Tribunal Supremo. Este cese ocurrió cuando era jefe de la Comandancia de Madrid, al inicio de la pandemia, y se suma a su intento fallido de ascender a general, a pesar de contar con varias sentencias favorables.
La carrera profesional de Pérez de los Cobos ha estado marcada por su participación en la lucha contra ETA y su papel en diversas etapas dentro del Ministerio del Interior. Comenzó como asesor bajo el mandato del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba en 2006. Desde entonces, ha mantenido la confianza de diferentes ministros del Interior, siendo nombrado director del Gabinete de Coordinación y Estudios en julio de 2011 por Antonio Camacho, cargo que ocupó también con Jorge Fernández Díaz y Juan Ignacio Zoido.
Un papel destacado en el referéndum del 1-O
Su nombre ganó notoriedad en 2017 cuando fue designado coordinador del dispositivo policial para impedir el referéndum independentista del 1-O. En este contexto, testificó ante el Tribunal Supremo durante el juicio que condenó a los líderes del 'procés', criticando abiertamente al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, al señalarlo como alineado con quienes convocaron la actividad ilegal.
Después de su labor en el dispositivo policial contra el 1-O, Pérez de los Cobos asumió el cargo de jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid. Sin embargo, fue cesado en marzo de 2020 debido a desacuerdos con el Ministerio sobre un informe judicial relacionado con una manifestación del 8-M y su posible conexión con el aumento de contagios por coronavirus.
Renuncia y últimas acciones
Pérez de los Cobos impugnó su cese argumentando que no podía proporcionar información sobre un informe bajo secreto. El Tribunal Supremo le dio la razón, lo que obligó a Marlaska a restituirlo en su puesto hasta su jubilación.
En meses recientes, también ha cuestionado varios nombramientos de generales, alegando que el Ministerio estaba actuando arbitrariamente para bloquear su ascenso. A pesar de sus argumentos y las sentencias favorables, desde el Ministerio se defendía que los candidatos elegidos eran los más adecuados.
A principios de noviembre, antes de su jubilación, renunció a ejecutar las sentencias que anulaban tres ascensos al empleo de general en la Guardia Civil. En su escrito a la Sala de lo Contencioso-Administrativo, destacó que no quería perjudicar las carreras profesionales de sus compañeros afectados por sus recursos.
Reflexiones finales
Una de sus últimas intervenciones públicas tuvo lugar en un acto organizado por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), donde expresó su descontento por el trato hacia los presos y el entorno de ETA. "No sé qué resulta más doloroso: los mimos a los malos o el desprecio a los buenos", afirmó.