Retos del sector agroalimentario en Almería para 2025

ASAJA Almería destaca en su informe anual que la sequía, el impacto de la DANA en las infraestructuras agrícolas y los elevados costes de producción han intensificado la presión sobre el sector agrícola y ganadero de la provincia.

A pesar de los retos climáticos, como períodos de sequía y los daños causados por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), el año 2024 no ha sido completamente seco. Las lluvias en ciertos meses han permitido cierta recuperación en cultivos como los cereales, aunque se hace imprescindible contar con más precipitaciones para asegurar un rendimiento óptimo. Además, persisten las controversias relacionadas con la Política Agraria Común (PAC) y la competencia desleal de productos agrícolas provenientes de terceros países.

“El 2024 ha representado un año lleno de desafíos para el sector agroalimentario almeriense, donde agricultores y ganaderos han demostrado, una vez más, su capacidad de resistencia y adaptación ante condiciones adversas”, afirma Adoración Blanque, presidenta de ASAJA Almería.

Análisis del Sector Hortícola

El sector hortícola, que abarca más de 33.000 hectáreas, sigue siendo fundamental para la economía agrícola provincial. Cultivos como el tomate y el pepino mantuvieron precios estables en origen; el tomate incluso incrementó su superficie cultivada en un 8%, alcanzando las 7.200 hectáreas. Sin embargo, otros cultivos como la sandía y el melón vieron una reducción del 10% en su superficie debido a las adversidades climáticas y al aumento en los costes de producción.

El cultivo del pepino, con unas 5.100 hectáreas sembradas, registró precios un 12% superiores a la media histórica. Las plagas y enfermedades continúan afectando a los cultivos, lo que resalta la necesidad urgente de implementar estrategias alternativas para el manejo de plagas como el Virus Rugoso del Tomate y el Thrips Parvispinus, que han causado pérdidas significativas en la producción del pimiento. Desde ASAJA Almería se demanda un acceso más flexible a soluciones fitosanitarias que permitan controlar estos problemas sin incrementar excesivamente los costes.

Cambio en Otros Sectores Agrícolas

El almendro ha experimentado una pérdida del 50% en su capacidad productiva debido a la sequía y a caídas en la cosecha, además de enfrentarse a precios bajos tanto en variedades convencionales como ecológicas. Tormentas de granizo también han ocasionado daños considerables en algunas áreas, como es el caso de la comarca de Los Vélez, donde las pérdidas se estiman en alrededor de 2,7 millones de euros.

A pesar de que el cereal extensivo comenzó con una campaña desfavorable debido a una reducción del 95%% por sequía, las recientes lluvias han mejorado ligeramente esta situación; no obstante, se requieren lluvias continuas para optimizar su rendimiento. Por otro lado, el olivar sigue lidiando con escasez hídrica y ha producido solo 7.400 toneladas, lo que representa un descenso del 41%% respecto a la campaña anterior.

Tendencias en Cítricos y Viticultura

A pesar de que los precios comenzaron estables para los cítricos al inicio del año, se observó una caída significativa durante la segunda mitad, especialmente para el limón, cuyo valor disminuyó un 36%. Se anticipa que la próxima campaña mantenga un equilibrio entre producción y precios aceptables, con esperanzas moderadas para una recuperación del limón y estabilidad para mandarina y naranja.

Aunque el sector vitícola ha visto una reducción entre un 25% y 30%% en producción debido a condiciones climáticas adversas, se destaca por la calidad superior de sus uvas, lo cual ayuda a preservar la reputación de los vinos locales.

Situación Ganadera Actual

A nivel ganadero, la ganadería intensiva enfrenta dificultades no solo por los altos costes alimentarios sino también por una disminución en las plazas disponibles para cría debido a normativas sobre bienestar animal. Estas restricciones han llevado al cierre de varias granjas afectando negativamente al sector avícola y porcino.

Mientras tanto, en ganadería extensiva persiste un reto significativo: la falta de pastos adecuados junto con el incremento constante de costes productivos está comprometiendo seriamente la viabilidad económica de muchas explotaciones.

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