La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha visitado las instalaciones del Centro de Control de la Red Eléctrica de Alta y Media Tensión de Andalucía y Extremadura (CORE) que Endesa tiene en Sevilla. La visita ha servido para subrayar la alianza estratégica entre la Administración andaluza y la compañía eléctrica en el impulso de proyectos de innovación, conservación y voluntariado en espacios naturales de especial valor, como Doñana.
Acompañada por el director general de Espacios Naturales Protegidos, José Enrique Borrallo, y la delegada territorial de la Consejería en Sevilla, Inmaculada Gallardo, la consejera ha conocido de primera mano el funcionamiento de uno de los centros neurálgicos del sistema eléctrico andaluz, así como los avances del proyecto ‘Resisto’, una iniciativa pionera en Europa que se está desarrollando precisamente en el entorno de Doñana.
Durante el recorrido, Catalina García ha destacado que «la colaboración público-privada que estamos desarrollando con Endesa representa un modelo ejemplar de cómo el conocimiento, la tecnología y la implicación social pueden trabajar juntos por la protección de nuestro patrimonio natural». Según ha señalado, «la conservación del medio ambiente es una responsabilidad compartida en la que administraciones, empresas, ciudadanía y ciencia deben sumar esfuerzos».
Uno de los ejes principales de esta colaboración es el proyecto ‘Resisto’, liderado por la filial de redes de Endesa, e-distribución. Esta iniciativa experimental, subvencionada por la Unión Europea a través del programa FEDER y la convocatoria de ayudas de Red.es, aplica inteligencia artificial, sensorización, cámaras térmicas, estaciones meteorológicas y drones autónomos para anticipar y mitigar los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos sobre la red eléctrica que atraviesa entornos de alta sensibilidad ambiental como Doñana.
El objetivo, según han explicado sus responsables -Rafael Sánchez Durán, director de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Emilio Jiménez, director de e-distribución, filial de Redes de Endesa, en Andalucía y Extremadura, Carlos Muñoz y Blanca Roel de Lara, directores del Centro de Control de la Red de Distribución de Endesa en zona sur y responsables del Centro de Control de Alta Tensión, Jacob Rodríguez, responsable de Innovación de e-distribución, Benito Valentín, responsable de Salud, Seguridad y Medios Ambiente de e-distribución en Andalucía y Extremadura, y Antonio Sánchez, responsable de e-distribución en Huelva-, es hacer más resiliente la infraestructura eléctrica ante los desafíos del cambio climático, reduciendo el impacto sobre el territorio y mejorando, al mismo tiempo, la calidad del suministro. «La protección de nuestro entorno natural es una prioridad» ha comentado Sánchez Durán, «por eso, además de las medidas preventivas que tomamos, vamos siempre más allá, apostando por las energías renovables y desarrollando proyectos que favorezcan la biodiversidad».
La visita ha comenzado en el CORE, desde el que se controla la infraestructura eléctrica de la compañía en el territorio sur, con más de 145.000 kilómetros de líneas eléctricas, 550 subestaciones y más de 63.000 centros de transformación. García ha conocido al equipo humano de más de 120 personas que trabaja las 24 horas en este centro de control y ha podido comprobar cómo se actúa en caso de eventos meteorológicos extremos, como los vividos en los últimos años, y las medidas preventivas que se adoptan para proteger los entornos naturales, ya que el 60% de las líneas que gestiona Endesa son aéreas y, por tanto, pueden convivir con zonas boscosas o con vegetación.
Acción directa en Doñana
Además del componente tecnológico, la colaboración con Endesa se extiende a través del trabajo de su Fundación, que desarrolla en Andalucía diversos proyectos de conservación y voluntariado ambiental, especialmente, en el Espacio Natural de Doñana.
En el marco del área de biodiversidad, la Fundación Endesa tiene previsto poner en marcha un doble proyecto para la protección de dos especies en peligro: el águila imperial ibérica (‘Aquila adalberti’) y el milano real (‘Milvus milvus’). Esta iniciativa, que se desarrollará en el Parque Nacional de Doñana, contempla acciones como el seguimiento intensivo de las poblaciones, la alimentación suplementaria o la construcción de un jaulón para el cuidado de pollos. El proyecto está formalizado mediante convenio hasta 2027 y actualmente se encuentra en fase de tramitación de la adenda necesaria para su ejecución.
Junto a ello, el voluntariado ambiental también cobra un protagonismo destacado. Cada año, la Fundación organiza la actividad ‘Ecoreto’, una jornada que reúne a empleados y familiares de Endesa en trabajos de reforestación, instalación de cajas nido y limpieza de residuos. En Andalucía, esta cita tiene lugar en el Parque Nacional de Doñana y su última edición se ha celebrado el pasado 29 de marzo. Las actividades se desarrollan con el apoyo de entidades especializadas como SEO/BirdLife, para garantizar su rigor técnico y adecuación al entorno.
Asimismo, la consejera ha destacado la jornada de limpieza de plásticos agrícolas celebrada en septiembre del año pasado en Doñana, organizada por el equipo de distribución de Endesa en Andalucía junto a la entidad ‘Eco-herencia’, «una acción directa que contribuye de forma efectiva a preservar la salud ecológica del humedal», ha recalcado.
Doñana, resiliente tras las últimas lluvias
La visita al CORE ha servido también para reslatar la situación hídrica actual de Doñana, tras un período prolongado de sequía. La consejera ha explicado que las lluvias registradas en los últimos meses «han tenido un efecto esperanzador para todo el entorno, especialmente para las marismas, que presentan un nivel de inundación excepcional».
Según ha detallado, se han recogido valores históricos de precipitación, con algunas estaciones que superan los 700 litros por metro cuadrado acumulados. Solo en el mes de marzo se han contabilizado más de 250 litros por metro cuadrado, lo que ha permitido que, al menos, 28.000 hectáreas de las marismas del Parque Nacional se encuentren actualmente encharcadas, «casi la práctica totalidad», ha puntualizado, además de otras 11.000 hectáreas del Parque Natural.
«Estamos viviendo una de esas ‘arriadas’ que los habitantes de la zona reconocen como extraordinariamente beneficiosas para el ecosistema», ha señalado Catalina García. Estas crecidas generalizadas, ha añadido, «generan vida en el humedal, favorecen la reproducción de aves acuáticas, estimulan la vegetación y contribuyen al equilibrio hidrológico que tanto necesita Doñana».
La consejera de Sostenibilidad ha recalcado que, si bien la recarga del acuífero es un proceso más lento, los datos disponibles permiten augurar una mejora considerable respecto a los registros de la última década. «Tenemos motivos para el optimismo, pero también la obligación de seguir trabajando por una Doñana más fuerte y preparada frente a los retos que nos impone el cambio climático», ha afirmado.
Actuaciones en Doñana
Por otro lado, García ha recordado las inversiones realizadas en los últimos años en Doñana, destacando la adquisición de las fincas ‘Veta la Palma’ y ‘Tierras Bajas’ por un valor cercano, entre ambas, a los 80 millones de euros, con las que se han sumado 8.700 hectáreas más a la gestión pública del Parque Natural. Igualmente, ha subrayado otras iniciativas, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que superan los seis millones de euros e incluyen proyectos de restauración ambiental, la mejora de hábitats y el refuerzo de infraestructuras de gestión hídrica. «Estamos avanzando en la recuperación de lagunas temporales, en la eliminación de especies exóticas invasoras y en la adaptación de los ecosistemas a los efectos del cambio climático, además de mejorar la funcionalidad de los caños y la red de microdrenaje del parque», ha detallado.
Además de estas intervenciones, la Junta ha impulsado la mejora de las infraestructuras de uso público del Parque Nacional de Doñana, con actuaciones en los Centros de Visitantes de La Rocina, El Acebrón, José Antonio Valverde y la Fábrica de Hielo. «Estos espacios son fundamentales tanto para la educación ambiental de escolares y visitantes como para el desarrollo del ecoturismo, una actividad que contribuye a la sostenibilidad del entorno», ha apuntado la consejera. Del mismo modo, se ha realizado una adecuación del sistema de compuertas del Parque Nacional de Doñana, con el objetivo de optimizar la conexión de los caños de la marisma con el Brazo de la Torre y el río Guadalquivir, mejorando la gestión hídrica del espacio.
También se están llevando a cabo trabajos de restauración en la zona afectada por el incendio de Las Peñuelas en 2017, que supuso la pérdida de más de 10.000 hectáreas. «Este plan de restauración ha sido reconocido como un modelo de referencia en la recuperación de áreas incendiadas y nos está permitiendo fortalecer la resiliencia de Doñana ante futuros desafíos climáticos», ha concluido.