Sumar Mugimendua ha proclamado, durante la celebración del Aberri Eguna, su visión de una patria vasca que se aleja de lo místico y de banderas excluyentes. Este concepto de patria debe estar abierto a nuevas voces y formas de pertenencia, y no ser considerado propiedad de ningún partido político. La formación también aboga por un nuevo Estatuto que promueva derechos desde una perspectiva federal, reconociendo la identidad nacional de Euskadi y asegurando el “blindaje de lo común” para construir un país verdaderamente compartido.
En un documento divulgado en conmemoración del Día de la Patria Vasca, Sumar recuerda que el Aberri Eguna se celebró por primera vez en 1932, durante la Segunda República, simbolizando la esperanza de un pueblo en busca de libertad. En este contexto, reivindican una idea renovada y expansiva del país: “no como una patria mística ni como una bandera excluyente, sino como un proyecto vivido”, enfatizan.
Una patria diversa y compartida
La declaración subraya que “Euskadi o Euskal Herria es hoy una pregunta compartida” que ha evolucionado y diversificado, incorporando nuevos rostros y luchas. Según Sumar, la patria representa ahora la posibilidad de un futuro colectivo, no siendo un bien privado de ningún partido o espacio político.
Sumar defiende el Aberri Eguna como símbolo del deseo colectivo por mejorar las condiciones de vida. Celebran una patria concreta y vivida, donde se puede alcanzar la emancipación, lejos tanto de quienes ven la patria como algo abstracto como de aquellos que renuncian a imaginarla como un horizonte transformador.
Construcción colectiva de la patria
Para ellos, la patria no es simplemente el lugar donde se nace; es el país donde se puede ser libre. “No se hereda, se construye”, afirman, destacando la importancia de contar con una educación pública inclusiva, una sanidad protectora y espacios comunitarios donde convergen diversas culturas y tradiciones.
Sumar describe su concepto de patria como acogedora y solidaria; no es metafísica ni está hecha solo de símbolos materiales, sino que está compuesta por vínculos y derechos compartidos. “Solo es patria si lo es para todas”, sostienen al referirse a Euskadi como un territorio profundamente diverso construido sobre el diálogo y el acuerdo entre sus habitantes.
Un llamado a la acción social
La formación política habla sobre “una nación inclusiva” que prioriza los derechos sociales. Esta matria se manifiesta en su juventud demandando acciones climáticas ambiciosas, en sus mayores exigiendo pensiones dignas y en un movimiento feminista que lidera a nivel estatal. Destacan que Euskadi concentra el 60% de las huelgas del Estado, reflejando su compromiso constante por lo justo.
Aseguran que en esta región comienzan a notarse las fisuras en un modelo gestionado erróneamente al confundir estabilidad con inercia. A lo largo del tiempo, han operado bajo una falsa solidez que ahora revela problemas evidentes: desde una sanidad pública estresada hasta políticas educativas cada vez más privatizadas.
Desafíos actuales y oportunidades futuras
Para Sumar, lo que antes parecía gestión eficaz ahora empieza a ser percibido como inmovilismo estructural. Frente a los grandes retos del siglo XXI, argumentan que no basta con soluciones temporales; es necesario tener el coraje para realizar transformaciones profundas.
Este desgaste institucional coincide con lo que consideran una oportunidad única para avanzar hacia un nuevo marco político. En medio del auge del odio en Europa que amenaza las democracias, ven en el Gobierno progresista actual una excepción política admirada por los movimientos progresistas continentales.
Nuevas perspectivas para Euskadi
Dentro de esta coalición progresista, Sumar se posiciona como “la voz plurinacional” esencial para fomentar diálogos constructivos sobre cuestiones territoriales. Aunque este nuevo entorno no resolverá automáticamente tensiones históricas, abre posibilidades reales para construir un marco común enfocado en avanzar derechos desde una perspectiva federal.
Su propuesta incluye garantizar derechos sociales ampliados y reconocer nacionalmente a Euskadi mientras protegen lo común para todos los ciudadanos. En resumen, esperan que este Aberri Eguna sirva como recordatorio de que el futuro del país aún está por escribirse; merece ser disputado con ambición y compromiso colectivo.
Por ello, hacen un llamado a celebrar una Euskadi orgullosa de su diversidad y abiertamente plurinacional, defendiendo siempre la justicia social como uno de sus pilares fundamentales.