Monseñor Bertomeu, designado como enviado personal del Papa Francisco, ha compartido su visión sobre el papel de la Iglesia en la actualidad. En una reciente declaración, subrayó que el Papa ha comprendido la necesidad de que la Iglesia se adapte a los tiempos modernos.
Durante su intervención, Bertomeu destacó que Francisco está convencido de que la Iglesia debe estar presente en la modernidad. Esta afirmación resuena con las inquietudes actuales sobre cómo las instituciones religiosas pueden mantenerse relevantes en un mundo en constante cambio.
La adaptación de la Iglesia a los nuevos tiempos
El enviado del Papa enfatizó que esta modernización no implica renunciar a los valores fundamentales de la fe, sino más bien reinterpretarlos y aplicarlos a las realidades contemporáneas. Según Bertomeu, es esencial que la Iglesia escuche y responda a las necesidades de la sociedad actual.
Asimismo, mencionó que el enfoque del Papa busca fomentar un diálogo abierto con diferentes culturas y perspectivas, promoviendo así una mayor inclusión dentro de la comunidad religiosa. Este esfuerzo por parte del Vaticano refleja un deseo genuino de conectar con las nuevas generaciones y sus preocupaciones.
Un llamado a la acción
Bertomeu concluyó su mensaje haciendo un llamado a los líderes religiosos para que se comprometan activamente en este proceso de modernización. “Es momento de actuar”, afirmó, instando a todos a trabajar juntos para construir una Iglesia más accesible y relevante.
En resumen, las palabras de Monseñor Bertomeu subrayan un punto crucial: la Iglesia necesita evolucionar para seguir siendo un pilar significativo en el mundo contemporáneo. La visión del Papa Francisco parece ser un paso decisivo hacia ese objetivo.
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