Las cuentas claras

Una vez consumada la proclamación del nuevo Presidente del Partido Popular de Andalucía, y teniendo en cuenta el relativo corto espacio de tiempo de que dispone antes de las próximas elecciones autonómicas, se impone la necesidad de ponerse a trabajar de inmediato, si es que quiere tener algunas oportunidades para, llegado el momento, intentar ganar las elecciones en nuestra Comunidad.
Su principal tarea será la de contarnos a los andaluces cual va a ser el programa de su Partido para cambiar el actual estado de cosas en Andalucía (paro, corrupción, deterioro de los servicios públicos, etc) después de más de 30 años de Gobierno Socialista, solo o en compañía de otros.
Sin embargo, no es un tema menor saber, primero, y dar a conocer después, la actual situación de las cuentas en Andalucía. Por si sirve, ahí va alguna idea para empezar a trabajar.
Esta semana, el Presidente de la Cámara de Cuentas ha presentado ante el Parlamento el informe de fiscalización de la cuenta general de la Junta, correspondiente al ejercicio de 2012, y aunque una reciente encuesta de la Universidad de Granada, sitúa a esta institución como la peor valorada de Andalucía, lo que no sorprende en absoluto dada su dependencia política mayoritaria del Partido Socialista, lo que puede cuestionar su objetividad, no deja de tener interés profundizar en el informe de dicho año, constituyendo, a pesar de todo, un enorme filón para el trabajo, la crítica y la censura de la gestión del Gobierno.
Con los datos del 2012, la Cámara ha alertado a la Junta de que las finanzas públicas son cada vez “menos sostenibles” como consecuencia de la caída de los ingresos. Pero lo que se hace insoportable en el informe es la gestión de los gastos, singularmente en el lastre extraordinario que supone la “administración paralela” de la Junta, esa “demasiada grasa” de que habla Izquierda Unida, pero que no se corrige en absoluto.
En efecto, la Junta mantiene aún 281 organismos que nos cuestan a los andaluces 3.000 millones de Euros al año, dando “cobijo”, además, a alrededor de 30.000 trabajadores, con sueldos suculentos y con criterios en la selección con un intenso tufo de amiguismo, según reiteradas denuncias del Sindicato de funcionarios, denuncias ganadas en los Tribunales.
La Presidenta, en la sesión de investidura en el pasado septiembre, se comprometió a crear una comisión de expertos para analizar en profundidad la funcionalidad de esos organismos, sin que hasta la fecha se sepa nada sobre su constitución y, en su caso, del resultado de sus trabajos. Lo único cierto es que en los Presupuestos del 2014, continúan apareciendo los 3.000 millones para el mantenimiento de estos entes, algunos tan esotéricos como La Fundación Andaluza del Alcornoque, la Escuela de Madera de Encinas Reales o la Sociedad Estadio Olímpico de Sevilla S. A, por citar solamente algunos de esos casi 300 “chiringuitos”.
Los andaluces, además de los programas, necesitamos tener las cuentas claras, porque con nuestros impuestos, que son altísimos, estamos manteniendo estos tinglados, en gran medida escandalosos. Trabajo, pues, para la Oposición, puesto que la Cámara de Cuentas se ha mostrado absolutamente ineficaz para realizar su cometido con objetividad.