Y encima están orgullosos de su desastrosa herencia

Si en el resto de países europeos existiera un presidente autonómico o dirigente regional que se hubiera convertido en referencia negativa a nivel continental por encabezar los datos del paro, corrupción, fracaso escolar, desatención sanitaria o que, incluso, tuviera que admitir que en su comunidad hay niños que pasan hambre, supongo que el partido al que perteneciese ese nefasto dirigente se guardaría mucho de exhibirlo en sus actos políticos de cara a unas elecciones europeas. Pero si España es diferente en muchas cosas, el PSOE andaluz es ya el paradigma de lo diferente. Lo digo porque a cualquier persona con un mínimo de sentido común le sorprende que el PSOE traiga a hablar de Europa y de las Elecciones Europeas a la presidenta que encabeza las cifras negativas en toda la Unión Europea en todos los indicadores de calidad de vida en las sociedades modernas. No es serio que quien preside una comunidad con más del 36% de paro venga a dar recetas y consejos sobre el empleo. No es presentable que quien preside un gobierno autonómico manchado por la sombra permanente de la malversación y el saqueo se plante ante la gente a hablar de decencia. Parece una falta de respeto que quien tendría que estar trabajando para resolver los problemas de miles de familias andaluzas dedique su tiempo a recolectar votos para el partido que lleva malgobernando Andalucía más de treinta años y que, en lugar de aprovechar la potencialidad de nuestra comunidad, la ha convertido en una zona descolgada de Europa en todos los indicadores de bienestar y riqueza. Por eso sorprende que el PSOE recurra a figuras como Susana Díaz o Alfredo Pérez Rubalcaba, partícipes activos de los grandes fracasos socialistas encabezados por Zapatero, Chaves y Griñán, para venir a hablar de futuro, de empleo y de derechos sociales. Por mucho que digan ahora, ellos son responsables directos y partícipes de una política que destruyó 3,7 millones de puestos de trabajo. Y es que nadie puede olvidar que fue la política del PSOE la que llevó a España a la cabeza de Europa en paro juvenil y precariedad laboral y que ellos, los socialistas, condenaron a pasar estrecheces a millones de españoles después de haber institucionalizado un despilfarro que gastaba 90.000 millones más de lo que ingresaba, que congeló las pensiones, disparó la prima de riesgo y ahuyentó las inversiones extranjeras. Por eso digo que en el PP estamos sorprendidos de que Susana Díaz y Pérez Rubalcaba sean valores activos en la actual campaña del PSOE. Sorprendidos, pero encantados.