Lamentable campaña electoral

Este domingo domingo, más de 40 millones de europeos estamos convocados para votar en unas elecciones que me atrevería a calificar de históricas y absolutamente trascendentes para el futuro de Europa y, por ende, para todos los países que integran la Unión Europea.
En el momento en que esto escribo, desconozco el resultado de las elecciones anticipadas en INGLATERRA y HOLANDA, dos países de los clasificados como euroescépticos, resultado que será conocido el domingo conjuntamente con el resto de los países. La abstención, no obstante ha sido altísima.
Por tanto, hoy, efectivamente, debía ser una jornada de reflexión, pero ¿reflexionar sobre qué? La campaña electoral en España ha sido lamentable. Desconozco como habrá sido en el resto de Europa, aunque parece que el interés ha sido también escaso, lo que se pondrá de manifiesto, probablemente, en los altísimos niveles de abstención.
La campaña electoral debería haber servido a los distintos Partidos Políticos participantes, para contarnos a los españoles, no sólo el modelo de sociedad que van a llevar ante los 751 diputados (54 de ellos españoles), sino también su posición ante los problemas concretos que hoy agobian a nuestra sociedad. Temas como la Agricultura, la Pesca, el Turismo (tan decisivos para España y especialmente para Almería), las políticas energéticas, la Inmigración, el modelo de Sanidad sostenible, el paro europeo y español, el futuro de nuestros jóvenes, etc. han pasado absolutamente desapercibidos.
Todo ello es decisivo para nuestro futuro. Pero si tenemos en cuenta que ese Parlamento va a tomar decisiones importantes en el terreno legislativo, económico, monetario, fiscal, etc que nos han de vincular de un modo absoluto, resulta irresponsable que no se haya profundizado acorde a la importancia de los temas.
En lugar de ello, esta última semana de campaña, probablemente la más trascendente para la decisión del voto de una gran cantidad de indecisos, los Partidos Políticos, especialmente los mayoritarios, se han dedicado a “tirarse los trastos a la cabeza”. Una manifestación, no sólo inoportuna sino totalmente desafortunada, del cabeza de Lista del Partido Popular, ha desencadenado una campaña monotemática por parte del Partido Socialista, sobre la base de un supuesto machismo descalificador hacia las mujeres del candidato popular. Las excusas presentadas por este, desde luego tarde, no minimizan la importancia de semejante declaración. Ahora bien, hacer de este tema el eje de la campaña de los socialistas pone de manifiesto su falta de programa y de modelo de Europa, además de reafirmar, la falta de respeto, de unos y de otros, hacia los españoles.
Dicho todo esto, el ciudadano comprometido e informado, debe valorar la enorme importancia de estas elecciones y debería acudir mañana masivamente a las urnas, dando así un ejemplo de responsabilidad a los políticos que con su actitud, sus mensajes y sus comportamientos, han dado lugar a esta lamentable campaña.