La Junta trata a los almerienses como andaluces de tercera

La permanente política de ninguneo y agravio contra Almería que los socialistas de Sevilla vienen practicando desde hace décadas, no sólo no decrece, sino que se recrudece y aumenta. El gobierno que preside Susana Díaz con el auxilio de los radicales de Izquierda Unida, sólo ha corregido el maltrato que Chaves y Griñán infligieron a Almería para aumentarlo. Y no es que eso lo diga yo. Lo decía también el que fuera secretario general del PSOE almeriense, Diego Asensio, que se despidió del cargo diciendo en rueda de prensa que Griñán “había hecho mucho daño a Almería”. Textual. Desde que heredó el sillón presidencial, doña Susana se ha dedicado a incumplir lo que promete en Almería y a no pagar lo que nos debe. Es decir, más de lo mismo. Y paradójicamente, mientras la propaganda oficial de la Junta de Andalucía no cesa en describir las ventajas, bondades y avances del gobierno bipartito PSOE-IU, la realidad en Almería es que la Junta ha recuperado el viejo sistema clasista de pasajes en los transatlánticos de lujo: los viajeros de tercera van apiñados en los camarotes de la sentina mientras en las lujosas cubiertas superiores las orquestas amenizan las cenas. Así estamos los almerienses gracias a la gestión de los socialistas sevillanos: como andaluces de tercera, separados del resto por una extensa red de pasillos, camarotes y compartimentos estancos que no nos permiten disfrutar de las mismas condiciones que el resto de pasajeros de esta nave llamada Andalucía. Creo que es justo y necesario avisar a doña Susana Díaz y los suyos que la paciencia y la tolerancia de los almerienses tiene un límite. Creo que los almerienses con responsabilidades públicas debemos decir, alto y claro, que ya está bien de ninguneos y permanentes discriminaciones y que los almerienses también tenemos derecho a que la Junta de Andalucía responsa a las demandas en materia de infraestructuras o servicios sociales que tiene nuestra capital y el resto de la provincia. Y no digo esto basándome en mis impresiones personales o las sensaciones que comparten la práctica totalidad de almerienses. Les ofreceré un dato que explica bien todo esto que digo: en estos momentos, la Junta de Andalucía adeuda a la Diputación Provincial 318.000 euros del convenio de 2013 para los equipos provinciales de tratamiento familiar, que fue prorrogado el pasado martes por el mismo importe de 440.030 euros, de septiembre de 2014 a septiembre de 2015. Si la Diputación no hubiera hecho frente económicamente a esta partida, pese al convenio firmado por la Junta, ahora mismo no estarían los 15 profesionales que prestan el servicio atendiendo a 180 familias y 390 menores, así que nos les preocupa en absoluto aunque se le llena la boca de intentar abanderar las políticas sociales.