Un nuevo episodio de violencia se registró este martes en el centro penitenciario de El Acebuche, donde un interno mordió en el muslo a un funcionario de prisiones durante un intento por retirar cartones colocados en las rejas de su celda. El agente, atendido inicialmente por los servicios médicos de la prisión, fue trasladado al Hospital del Toyo y actualmente se encuentra de baja laboral.
Este incidente se suma a una escalada de conflictos en el complejo, donde hace apenas un mes se produjo un enfrentamiento multitudinario entre reclusos del módulo 7. Los sindicatos del sector, que llevan años alertando sobre el deterioro de las condiciones de seguridad, han denunciado que los episodios violentos se han incrementado en un 70% en los últimos años, con un repunte especialmente significativo en 2024. Según datos aportados por las organizaciones, las sanciones disciplinarias en el centro han aumentado casi un 70% respecto al año anterior.
Ante la recurrencia de estos hechos, los sindicatos han reiterado sus demandas históricas: refuerzo de plantillas, mejora de las medidas de protección para el personal y formación especializada en defensa personal. Además, exigen la actualización de los protocolos de seguridad y recursos coercitivos, así como el cumplimiento del límite de 750 internos en la prisión de Almería, una cifra que, según advierten, se supera recurrentemente.
La sobrepoblación, la falta de medios y la precariedad en las condiciones laborales nos colocan en una situación de riesgo constante, señaló un portavoz sindical. No podemos permitir que la seguridad de los trabajadores y la convivencia en los módulos dependan de la improvisación, añadieron.
La agresión ocurrida ayer reactiva el debate sobre la gestión de los centros penitenciarios en la provincia, donde la conflictividad parece ir en aumento. Mientras las autoridades evalúan respuestas, los funcionarios reclaman acciones concretas para evitar que la violencia siga marcando la rutina en El Acebuche.
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