Pablo López enamora a los almerienses en la Plaza Vieja
martes 18 de agosto de 2020, 16:52h
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El cantante agota las entradas, con estrictas medidas de seguridad sanitaria, y deleita con sus grandes himnos acompañado del piano
Pablo López es la sensibilidad personificada, la cual se acentúa más si el concierto es solo con piano. Necesita la empatía de la gente, su calor y se inspira de su conversación. Así en la actuación de anoche en la Plaza Vieja se rodeó de unos seguidores incondicionales a los que enamoró con sus canciones, su intensidad a la hora de tocar el piano y la pasión por la música.
La actuación de Pablo López era una de las más esperadas, como reflejo de que las entradas estaban agotadas, y se enmarca en el Cabaret Festival, organizado por Concert Tour dentro de la programación del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería. Había alegría, ganas de disfrutar de las emocionantes melodías de Pablo López y también unas estrictas medidas de seguridad sanitaria: cámaras de control térmico en el acceso, geles hidro alcohólicos, distanciamiento, dispositivo sanitario en cada actuación, uso obligatorio de mascarillas, localidades numeradas y pre-asignadas. Por tanto, era el momento de sentarse y disfrutar de la música.
Con una escenografía basada en unas pantallas que reflejaban la tonalidad de cada tema, y dos pantallas gigantes en los laterales, Pablo López fue desgranando sus himnos hasta la medianoche, en esta nueva gira denominada ‘López, piano y voz’. Comenzó con ‘Trece’, para ir dando paso a canciones de diferentes etapas de su discografía como ‘El Patio’, ‘Yo quiero bailar’, tema recién salido del horno’, y ‘El camino’ que comenzó a capela y continuó con su amigo el piano.
Pablo López comparte sobre el escenario su pasión por la música, con un intenso pop británico, donde combina la fuerza técnica sobre el piano y el timbre de su voz desgarradora. La piel erizada por la emoción entre los seguidores y el propio artista que continuó el viaje con ‘Dos palabras’, ‘La mejor noche de tu vida’ y ‘Vi’. Al piano, Pablo destila las palabras musicalizadas de manera reposada, transmitiendo la carga sentimental de su poesía. Y, entre cada canción, continúa el diálogo entre el público al que le pide que proponga temas y ahí surgen, entre otros, ‘El teléfono’, ‘Lo imposible’, ‘Ángel Caído’ y ‘Te espero aquí’, que encadena para deleite general.
En una de sus paradas, el autor malagueño confesó que “las canciones son como mis hijos” y ahí reconoció que una de las que les tiene más cariño es ‘Mamá no’.
En la recta final el artista experimentó con el público grabando tambor y aplausos, que sonaron como base rítmica en ‘Hijos del verbo amar’ y concluyó con tres de sus creaciones más reconocidas: ‘El mundo’, ‘Lo saben mis zapatos’ y ‘Enemigo’. Como afirma Pablo López, “en cualquier época de nuestra vida se aprende, pero siempre detrás de una decisión habrá una canción sonando”.