En un tenso intercambio durante una sesión parlamentaria en Andalucía, el parlamentario socialista Mario Jiménez ha desatado una tormenta política al dirigir fuertes descalificaciones hacia destacados miembros del gobierno de la Junta. Jiménez ha tachado al consejero de Agricultura, Ramón Fernández Pacheco, de “bocazas” y “lengua de hierro”, y ha extendido sus críticas al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, a quien ha calificado de “cínico” e “hipócrita”.
Las declaraciones surgieron en medio de una pregunta oral sobre los criterios del Gobierno para presentar recursos de inconstitucionalidad. La situación se complicó cuando Jiménez optó por dar por reproducida su pregunta sin entrar en detalles, a lo que Antonio Sanz, consejero de Presidencia Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, respondió con sarcasmo, sugiriendo que la respuesta también se diera por reproducida.
El conflicto escaló cuando Jiménez acusó al Partido Popular, que lidera la Junta, de plantear un recurso ante el Tribunal Constitucional por la ley de amnistía, siguiendo, según él, las indicaciones de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Además, Jiménez señaló que Fernández Pacheco atacaba personalmente a magistrados del Tribunal Constitucional y calificó tanto a Fernández Pacheco como a Sanz de ser las “lenguas de hierro” del gobierno andaluz.
En respuesta, Sanz instó a Jiménez a evitar ser tan insultante en sus intervenciones, recordando que es posible criticar la gestión sin insultar a las personas. Sanz también recordó que el PSOE había interpuesto 43 recursos de inconstitucionalidad durante el gobierno de Mariano Rajoy, con solo tres admitidos por el Tribunal Constitucional. En contraste, el Partido Popular ha interpuesto solo dos recursos desde que gobierna Andalucía, y Sanz enfatizó que los servicios jurídicos de la Junta están para evaluar la viabilidad de presentar recursos de inconstitucionalidad.
Este enfrentamiento verbal refleja la intensa polarización política en el parlamento andaluz y pone de manifiesto las profundas divisiones entre los partidos políticos en el poder y la oposición.