La Almería de futuro que se pone en marcha tras la investidura de la Corporación Municipal salida de las urnas el pasado 28-M nos demanda algo más que un proyecto económico, político o social. Esa Almería que va a llegar nos exige un cambio de perspectiva acorde con la dimensión real de nuestras posibilidades. Como alcaldesa, quiero ensanchar el horizonte de la mirada de los almerienses sobre nuestra propia ciudad. Y sé que no voy a estar sola en ese camino. Me va a acompañar un equipo de gobierno renovado, preparado, motivado y lleno de ilusión por el futuro de una Almería que va a más, que aspira aún a más y que quiere seguir siendo una referencia de calidad de vida, de convivencia enriquecedora y atracción del talento y la inversión. Me gustaría que todos fuésemos conscientes de que tenemos la suerte de vivir en una ciudad maravillosa en la que no debemos penalizar la ambición. Si nos lo proponemos, las nuestras pueden ser las mejores del mediterráneo. Si nos lo proponemos, podremos transformar el frente litoral de nuestra ciudad y darle utilidad todo el año con el Proyecto Puerto Ciudad. El día que finalmente llegue el AVE y tengamos unas comunicaciones decentes estoy segura de que podremos competir de igual a igual con la mejor oferta turística de España. Si nos lo proponemos, nuestra Casco Histórico será un foco de atracción de turismo y generación de empleo al igual que otros cascos históricos de otras ciudades cercanas. Tenemos un proyecto ambicioso para Almería; un objetivo claro que hemos planteado desde la sensatez y con un prisma constructivo, con el objetivo de seguir avanzando hacia esa ciudad moderna y de futuro. Para ello, estos veinte años de gestión municipal del PP, han asentado unas sólidas bases de gestión que ahora cuentan además con el formidable respaldo de una Junta de Andalucía leal con los almerienses y consciente del error histórico que supuso en su día el ninguneo y el bloqueo político. Y si algo tenemos muy claro es que Almería tiene por delante un horizonte ilusionante. Yo estoy muy orgullosa de ser almeriense. Me siento muy orgullosa de lo que hacemos y de cómo lo hacemos. Pero ya no basta con eso: tenemos la obligación y el deber de defenderlo, de contarlo y de ponerlo en valor. Y en ese objetivo, el Ayuntamiento que dirijo será una pieza clave para reunir los esfuerzos, las capacidades y las ilusiones de los almerienses.