La ministra de Sánchez quiere que las mujeres, entre los doce y los cincuenta años, tengan gratis los productos menstruales. Si de lo que se trata es de ampliar el derecho de las mujeres a un bienestar, me parece que es una labor a destacar. El costo, según ha manifestado la ministra será de unos setecientos millones de euros al año. El chocolate del loro, dirán algunos. Por lo que no creo que se levante ninguna polémica, aunque en las redes siempre vamos a tener alguna opinión que quiera tirar el carro por el laero. Dicen que en Cataluña está impuesta esta gratuidad desde hace meses y viene funcionando muy bien entre el sector femenino. Lo gratis, siempre es bien recibido.
Lo que llama la atención es que esas mismas mujeres, a las que se les va a dar gratis los productos menstruales, si cogen un resfriado, tienen que pagarse el jarabe para la tos, o las pastillas contra el mismo. Mi mujer andaba esta mañana buscando una botica para un jarabe contra la tos. Me ha dao una noche. Me parece bien que se incluyan productos de uso gratuito tanto en el mundo femenino, como en el masculino, creo que debe ser así, pero no que mientras tanto se estén sacando cientos de productos sanitarios de la Seguridad Social. Incluso uno contra el cáncer infantil.
Las copas o los tampones los van a tener gratis, pero el jarabe para la tos lo van a tener que pagar, porque una ministra, otra, tomó la decisión de que esos productos medicinales contra los resfriados, la tonta tos de la noche, o el dolor de garganta, no los iba a pagar el seguro de enfermedad.
Una de las excusas de la ministra para los tampones o las compresas gratis es que se está comprobando como la situación económica está llevando a que muchas mujeres estén buscando productos de baja calidad y de dobles usos ante la crisis de pasta que está viviendo las familias, y de ahí, la gratuidad. Y Pedro Sánchez diciendo que España va como un cohete. Y reitero que muy bien señora ministra, pero, cuando esas mujeres tosen, ¿qué jarabe o pastilla les da el gobierno para que se curen el resfriado? La mayoría de los productos que existen en el mercado farmacéutico para ese tonto resfriado ya no los receta el médico del seguro, hay que pagarlos en la farmacia. Les damos gratis las compresas, y tienen que pagarse el jarabe, la común pastilla contra el resfriado o el comprimido contra ese dolor de cabeza que de vez en cuando aparece.
Se podría decir que somos una sociedad del bienestar durante la menstruación, pero que, en lo tocante al resfriado, vuelva usted a las hierbas de la abuela, si es que las tiene, o darle la noche con la tos a su compañero de cama, si cuenta con él, o al vaso de leche con un poco de brandi antes de irse a dormir. Pero eso sí, lo pagará de su bolsillo. España es así, señoras y señores. Tenemos un gobierno que por un lado te lo da, y por el otro…te lo quita y se lo ahorra, que gastamos mucho en medicinas, dice. Debe ser que nos tomamos el jarabe como si fuera vino tinto y de la Ribera. No te fastidia esta gente.
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