En una reciente intervención en el Parlamento de Andalucía, el profesor José Antonio Álvarez Bermejo, titular de la Universidad de Almería en el Área de Arquitectura y Tecnología de Computadores, ofreció una detallada exposición sobre el estado actual y las implicaciones de la inteligencia artificial (IA) en la sociedad, dentro del grupo de trabajo creado para este fin. En su discurso, Álvarez Bermejo destacó varios puntos clave que subrayan tanto el potencial como los desafíos de esta tecnología emergente.
De hecho, destacó que “en clase, muchos de los alumnos me dicen «lo he buscado en ChatsGPT». ¿Cómo que lo ha buscado en ChatsGPT? Se busca contenido a través de un buscador en internet. ChatGPT te interpreta la información, la razona y te la pone encima de la mesa. Y eso es bueno si tú tienes criterio, es malo si no lo tienes. ¿Por qué? Porque si yo me dedico a poner noticias con intención, ChatGPT las va a encontrar, las va a digerir, me va a generar un juicio y me lo va a poner encima de la mesa. Y yo, que no tengo criterio, lo copio, lo pego y lo expongo. Es así, porque el modelo funciona así.”
Álvarez Bermejo comenzó su intervención destacando que la inteligencia artificial no es un concepto nuevo. Ha existido durante años, pero una serie de innovaciones recientes ha permitido que se destaque de manera significativa, similar a cómo Internet evolucionó con la aparición del Internet 2.0, permitiendo a más personas generar contenido. Comparó el impacto de la IA en la sociedad actual con el descubrimiento del fuego, sugiriendo que la IA podría ser un avance tan disruptivo como lo fue el fuego para la humanidad.
Machine Learning y Deep Learning
Para desmitificar algunos conceptos, el profesor explicó la diferencia entre machine learning y deep learning. Machine learning se basa en el uso de conjuntos de datos para hacer predicciones, mientras que deep learning utiliza redes neuronales para aprender de conjuntos de datos complejos. Esta distinción es crucial, ya que el deep learning es la base de la inteligencia artificial generativa, que es la rama de la IA que actualmente está captando la atención pública.
Álvarez Bermejo subrayó que la IA generativa es capaz de producir contenido lógico y razonado, aunque a veces falso, basándose en premisas construidas por la propia IA. Por esta razón, es esencial la intervención y supervisión humana. Propuso que las empresas deberían tener un responsable de inteligencia artificial, un rol que podría ser asumido por el actual responsable de protección de datos, dado que la IA se basa en gran medida en el manejo y protección de datos.
El ponente, colaborador de la Europol, detalló que “vengo de la universidad y trabajo en el mundo de la ciberseguridad, análisis de malwares, trabajo con fuerzas policiales… A mí, en mi caso particular, la inteligencia artificial me resulta de ayuda y me quita muchas horas de trabajo con las recomendaciones que me da, pero siempre tiene que estar el aspecto crítico de la persona”.
Por otro lado destacó que “se habla de la inteligencia artificial como soporte a la medicina, perfecto, pero es bueno que exista un criterio. Y había una gráfica (…) que decía que el porcentaje de éxito de un médico de diagnóstico roza el 30 %. Cuando a ese médico le damos acceso a Internet para que consulte Google, por ejemplo, para que consulte contenido a través de Google, ese médico tiene criterio, tiene capacidad de razonar y el contenido lo aprovecha en su beneficio y del 30 sube al 45 %. Hay una inteligencia artificial generativa que se llama AMIE, que ha entrenado con datos médicos. Esto es importante subrayarlo, porque los datos médicos son de interés y la inteligencia artificial en medicina es muy importante, pero debe existir el consentimiento de la persona que sea de los datos médicos, eso no lo debemos olvidar. Pues esta inteligencia artificial subió el rango de diagnóstico del médico a un 50 %. Lo impresionante es que, si eliminamos al médico de la ecuación, la inteligencia artificial generaba mejores diagnósticos todavía”.
El profesor ofreció ejemplos concretos de cómo la IA puede mejorar la productividad y eficiencia en diversos campos. Sin embargo, insistió en la importancia del criterio humano para validar y supervisar las recomendaciones de la IA.
Marco Regulatorio y Formativo
Para integrar de manera segura y efectiva la inteligencia artificial en las empresas y la sociedad, Álvarez Bermejo sugirió que la Administración pública debe desempeñar un papel activo. Propuso la creación de repositorios de modelos y conjuntos de datos revisados por la Administración, así como la implementación de planes de formación para empleados y ciudadanos. Estos planes deberían incluir directrices claras sobre el uso responsable de la IA y evaluaciones para asegurar que los usuarios comprendan los riesgos y beneficios.
Destacó que “vamos a tener una inteligencia artificial que nos va a contar cosas que no vamos a entender y que vamos a asumir, porque me lo dice una inteligencia artificial”.
Necesidad de Adaptación
Álvarez Bermejo abordó el impacto de la IA en el empleo, advirtiendo que ciertos trabajos, especialmente aquellos relacionados con el conocimiento, serán significativamente afectados. Aunque no todos los empleos se perderán, muchos trabajadores tendrán que readaptarse. Señaló la importancia de desarrollar planes de formación y readaptación para preparar a los trabajadores para los cambios inminentes, ya que los trabajadores del conocimiento sí van a sufrir el impacto de la inteligencia artificial. Y se habla de que el 30 % de los trabajadores van a sufrir el impacto del 50 % en su empleo. Es decir, no lo van a perder, pero van a tener que readaptarse.
Desafíos Éticos y de Privacidad
Un tema recurrente en la intervención fue la privacidad y el control de datos. Álvarez Bermejo destacó los riesgos asociados con el uso indebido de datos personales y la necesidad de políticas robustas para proteger la privacidad de los usuarios. Mencionó ejemplos de países como Italia y Francia, que han tomado medidas para regular el uso de la IA debido a preocupaciones de privacidad.
En su conclusión, Álvarez Bermejo enfatizó la necesidad de un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de los derechos y la privacidad de los ciudadanos. Instó a los legisladores y a la sociedad a trabajar juntos para asegurar que la inteligencia artificial se utilice de manera beneficiosa y segura, subrayando que la educación y la formación son clave para alcanzar este objetivo. Apuntó que hay que redactar el puesto del ingeniero para revisar el código que genera una inteligencia artificial y para asesorar, quizás, a esa inteligencia artificial, es “un puesto de trabajo que a mí me ha llamado la atención, que está subiendo en los rankings en Estados Unidos, que es el de lingüista computacional”.
La intervención del profesor Álvarez Bermejo en el Parlamento de Andalucía ofrece una visión profunda y equilibrada de los desafíos y oportunidades que presenta la inteligencia artificial. Su enfoque pragmático y sus propuestas detalladas proporcionan una hoja de ruta valiosa para la integración de esta tecnología en la sociedad de manera responsable y efectiva.